Ante cada Asamblea Legislativa, el Congreso extrema las medidas de seguridad. Habrá un amplio vallado externo que rodeará el Palacio Legislativo a dos cuadras a la redonda; un estricto control de acceso para legisladores, asesores, periodistas e invitados especiales que accederán a los palcos del recinto de la Cámara baja, clausuradas al público en los últimos tres años. También habrá un cambio en el protocolo del recorrido presidencial: Macri no cruzará en línea recta el salón Azul por los trabajos de restauración de la Cúpula del Congreso y deberá rodearla. Gabriela Michetti no quiere que un accidente empañe la jornada.