La tercera fue la vencida para que el procurador general interino Eduardo Casal abriera un expediente disciplinario contra Carlos Stornelli. Recién una vez que el juez Alejo Ramos Padilla le notificó la citación a indagatoria del fiscal federal, fue que Casal ordenó la apertura de lo que  técnicamente esta especie de investigación preliminar, que tampoco llega a ser un sumario sino que buscará cotejar qué es lo que hay en el expediente para después evaluar el camino a seguir. Incluso antes de disponer las actuaciones disciplinarias, Casal había firmado una resolución de dos carillas por la mañana en la que, con un dejo de enojo, le decía al juez que no iba a intervenir y que le exigía que “certifique debidamente la situación procesal del doctor Carlos Stornelli y el hecho que se le imputa” para recién entonces “ejercer las atribuciones que le son propias”. 

Ante la abrumadora información que había sobre el fiscal y su relación con el falso abogado y supuesto espía Marcelo D’Alessio, Ramos Padilla ya le había pedido a Casal el 12 de febrero que interviniera teniendo en cuenta que tiene facultades sobre los fiscales. Pero el jefe de los fiscales le dijo que no iba a avanzar ya que eso era una tarea de la propia justicia. Luego Ramos Padilla le envió, para más precisiones, la resolución donde dictaba el procesamiento con prisión preventiva de D’Alessio, donde señalaba una asociación ilícita y aportaba gran cantidad de datos sobre el papel de Stornelli. Como respuesta, y dado que Ramos Padilla decía que Casal se había “negado a avanzar”, el procurador le replicó en una resolución –a la que accedió PáginaI12– que “no se trató de una negativa sino de la imposibilidad constitucional y legal de realizar aquello para lo que no se está autorizado por corresponder al ámbito de competencia de otro  poder…”. Entonces, invierte la situación, y le pide al juez “que cumpla con la solicitud” que ya le había hecho y que era precisar “la imputación de algún funcionario del Ministerio Público Fiscal” y que “certifique debidamente la situación procesal del doctor Carlos Stornelli”. 

Al rato Casal recibió la notificación del llamado a indagatoria de Stornelli y recién entonces dio marcha atrás y dispuso iniciar un expediente disciplinario, según confirmaron fuentes del organismo a este diario. 

Casal es un hombre respetado. Hay quienes en el Poder Judicial lo creen algo sumiso al Gobierno y otros no. Lo que sucede con el caso de Stornelli es que no tenía relación con otros expedientes disciplinarios que se abrieron sin grandes motivos explicitados contra fiscales que investigan causas sensibles contra el Gobierno actual, como Sergio Rodríguez (de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas), que interviene, entre otros casos, en el del Correo que afecta a la familia Macri, y Federico Delgado, que intentaba investigar al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. 

Ahora el expediente disciplinario queda en manos del propio Casal y de Juan Casanovas, encargado específicamente de la Secretaría Disciplinaria. Lo que viene es todo bastante burocrático: certificar el avance de la causa, tomar algunas medidas para ver qué pruebas hay, pedirle un descargo a Stornelli, girar el material a un consejo evaluador de cinco fiscales y luego el Procurador resuelve si hay elementos para la apertura de un sumario, o para una sanción. El sumario puede derivar, después de todo ese recorrido que puede ser muy extenso, en un jury de enjuiciamiento capaz de concluir, o no, en la destitución del fiscal. También puede abrir el enjuiciamiento directamente, lo que parece difícil.