La batalla de Comodoro Py por quedarse con la investigación que tramita en el juzgado federal de Dolores y que ahora tiene al fiscal Carlos Stornelli como imputado está en pleno despliegue y logró un aliado inesperado para que la causa se mude al fuero federal porteño. El fiscal de Dolores Juan Pablo Curi, le pidió al juez Alejo Ramos Padilla que decline su competencia y mande la causa al juzgado, en principio de Julián Ercolini, que es quien reclamó el expediente. En esa causa, paradójicamente, Stornelli se presenta como víctima que denuncia al falso abogado Marcelo D’Alessio, ya procesado con prisión preventiva por asociación ilícita y extorsiones en el juzgado de Dolores. Según el fiscal hay gran cantidad de delitos investigados que podrían haberse cometido en la Ciudad de Buenos Aires, y que podrían salpicar también a los ex policías que están detenidos (Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi) y también a otros miembros del Poder Judicial y periodistas. 

Según el fiscal Curi hay que tener en cuenta los lugares físicos donde se habrían cometido las maniobras, más allá de que el denunciante inicial, el empresario Pedro Etchebest, dio cuenta de una extorsión y pedido de dinero a cambio de evitar ser incluido en la causa de las fotocopias de los cuadernos, que tuvo como lugar de consolidación el balneario CR en Pinamar. “Lo cierto es que, en todos los casos, las maniobras que conforman el objeto procesal de los presentes y que han sido advertidas durante el transcurso de la pesquisa tuvieron epicentro en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, señala. Destaca que podrían estar implicados más funcionarios judiciales y del Ministerio Público Fiscal que estén involucrados y que el principal lugar de acción de la asociación ilícita es Capital Federal. Sostuvo, además, que está en contra de desmembrar la investigación y que debe llevarla adelante un solo juez. 

Lo cierto es que esta pulseada por quién investiga comenzó cuando el juez Ramos Padilla reclamó a su par porteño Ercolini que le pidiera a Stornelli que entregara los teléfonos celulares para poder avanzar en la investigación. La respuesta no sólo fue que no entregó nada sino que le reclamó el expediente. En Comodoro Py proliferan otras denuncias vinculadas que podrían favorecer la estrategia de llevar todo a ese edificio de Retiro que es difícil imaginar juzgándose a sí mismo, aunque siempre hay excepciones de jueces y fiscales independientes. 

Lo que llamó la atención fue que el dictamen de Curi enumera una serie de hechos que están en plena investigación, y que requerían cierto resguardo. En uno de ellos, por ejemplo, Stornelli le habría pedido a D’Alessio abiertamente que investigue a un ciudadano peruano por una faltante de mucho dinero incautado en una causa judicial o su reemplazo por billetes falsos. D’Alessio, además, le ofrece servicios de agentes de la DEA (la Drug Enforcement Administration). Hay un audio que está en estudio en la causa en el que se escucha a D’Alessio contarle a Etchebest que esos millones de dólares (en algún momento se mencionan 9 millones) podrían tener que ver con causas muy conocidas. El concepto es que era dinero incautado de la corrupción que habría sido reemplazado por billetes falsos. Lo que no está claro es qué asidero tenía esa descripción, que precisamente el juzgado intenta desentrañar. 

Sobre la cuestión de competencia deberán opinar ahora también la querella de Etchebest, todas las defensas y el juez Ramos Padilla. Es cantado que irá a un tribunal superior, y habrá una nueva discusión sobre si deberá resolver la Cámara Federal de Mar del Plata o la Cámara Federal Porteña. Es tan escandaloso el expediente que en Comodoro Py se desviven por tener el control.