“Durante el show, una mosca se me paró en la cara y me caminaba. Entonces le pedía, por favor, que se fuera. Y me escuchó”, recuerda Santaolalla, dueño de un verso igual de raudo que la cantidad de proyectos que demandan su tiempo, sobre su recital del domingo pasado en la capital santafesina. Eso da pie para preguntarle si alguna vez tuvo que ir al baño en el medio de un recital. “Nunca me pasó”, reconoce. “Pero tengo amigos a los que sí les sucedió”. Considerando el gran momento que atraviesa, traccionado por su obra solista, y ante el rumor de que la gira concluía en Santa Fe, el músico advierte que “Desandando el camino” seguirá adelante. “De lo que me di cuenta, porque uno va cambiando, es que hay mucha gente que no vio el show y que quiere verlo. Lo que se cerró fue el ciclo de la Capital (surgió una presentación más, tras las de el Teatro Colón y el Rosedal, en febrero último, en el Auditorio Belgrano, el 18 de abril). Quizás en el Gran Buenos Aires y en Córdoba (sucederá el 27 de abril), que lo están pidiendo de vuelta. Me queda Chaco, que es un lugar que me interesa mucho, al igual que Misiones, Salta y el Sur. Estoy seguro de que llevaremos esto a otros lugares”.