Desde hace algunos años las fotografías antiguas de personas anónimas recopiladas por académicos y artistas y extraídas de colecciones familiares o privadas y de repositorios de internet o adquiridas en anticuarios y mercados se han convertido en una fuente insoslayable para reconstruir la historia de los amores y la cultura lgbti.  

Uno de los pioneros en este sentido fue Kevin Bentley quien en su libro Sailor: Vintage: photos of a Masculine Icon (2000) compila fotografías viejas de marineros que entre finales del siglo XIX y principios del XX visitaron la ciudad de San Francisco y se retrataron solos o abrazados a otros marineros, a soldados y a obreros en cantinas, calles y barcos. Con este gesto Bentley evoca la mitología de la sensualidad y de la virilidad canalla del marinero.

En el mismo sentido David Deitcher en Dear Friends. American Photograph of Men Together 1840-1918 (20001) se centra en las imágenes fotográficas que retratan afecto entre hombres para concluir que las muestras de cariños entre varones son mucho más explícitas, fluidas y desinhibidas antes de la aparición del personaje “homosexual” con su carga de estigmatización por parte de médicos, juristas y Estados.

A esta línea de trabajo se suman dos libros de reciente aparición: Una historia verdadera (Ed. Egales) de Pablo Peinado y David Trullo y Bellos y desconocidos (Laertes) de Xosé M. Buxán Bran que sin duda constituyen valiosos aportes que cubren los agujeros negros de la historia de la vida cotidiana de amores diversos a la heteronormatividad. Ya en un trabajo anterior, Alterhistory, David Trullo queeriza la historia y la genealogía normativas y propone la creación de un registro fotográfico alternativo y alterado que renuncie a participar de un linaje heterosexual normativo. Trullo insiste en “olvidar la familia” y lejos de los actuales álbumes de fotos de bodas de gays y lesbianas y de las fotografías de las burguesas vacaciones en la playa con sus cuerpos moldeados antepone y rescata las relaciones amorosas “queer” del pasado, las corrientes de afecto intensas e indefinibles de hombres y mujeres entre sí. 

Por ello, junto a Pablo Peinado en Una historia verdadera se ocupa de varones y mujeres que decidieron retratarse juntos en algún momento de sus vidas. No se sabe nada de ellos, si eran amigxs, si eran amantes o si eran parejas. Lo que es indudable es que en el siglo XIX parejas de gays y lesbianas nunca pudieron fotografiarse juntos por diferentes y tristes motivos. Lo que hacen Trullo y Peinado es retocar esas fotografías para acercar a esas dos personas de la foto o intensificar sus miradas y sus muestras de afecto en momentos que no era posible hacerlo.

Por su parte Xosé Buxán Bran en bellos y desconocidos recopila fotografías de hombres solos que decidieron en algún momento de su vida retratarse en un estudio fotográfico. Son ricos y pobres, obreros y burgueses, en todo caso seres desconocidos que vivieron sus existencias en algún tramo desde mediados del siglo XIX   a mediados del XX. 

El denominador común es la belleza anónima que, como en el poema de Charles Baudelaire “A una que pasa” se hubiera perdido en el olvido de no ser rescatada por los ojos del coleccionista. Son varones jovencísimos, pletóricos de vida y de deseo, en la plenitud de sus existencias. Rostros y cuerpos brillantes que vuelven a despertar del sueño de la niñez y de la adolescencia y que despertaron y despiertan sueños y deseos y que en su tiempo inspiraron la contemplación, el amor, la pasión, pero también el desdén, el desprecio, los celos. Es posible reconstruir con esos rostros en sepia y blanco y negro parte de la historia del deseo gay. Pero también con sus poses premeditadas, los gestos estudiados y la puesta en escena que supone siempre el retrato frente a una cámara fotográfica se puede visualizar la teatralización y la performance de variadas formas aceptadas de la masculinidad. Sonriendo seria o alegremente, con o sin bigotes, con barba o imberbes, con corbata y sin corbata uniformados o luciendo una juventud informal los rostros interpelan el presente con nostalgia, melancolía, admiración e incluso deseo y rememoran la vigente frase de Elizabeth Hardwick: “los jóvenes hermosos tienen una cualidad de ensueño que se evapora al amanecer. Y ahí es donde los perdemos”.l

Tanto Una historia verdadera de Pablo Peinado y David Trullo como Bellos y desconocidos de Xosé M. Buxán Bran están disponibles en Amazon.com