El feriado largo en Buenos Aires no impidió que siga el desplome de los bonos argentinos en los mercados de capitales internacionales. El riesgo país alcanzó ayer un nuevo pico desde principios de enero. Se elevó a 747 unidades. Se trata de un avance de 15 puntos. Uno de los elementos que preocupa a los inversores internacionales es la alta inflación que registró el mercado interno en el comienzo del año. El primer mes de 2019 arrojó un aumento de 2,9 por ciento y los consultores aseguran que febrero habría terminado por arriba del 4 por ciento. El problema de precios vuelve difícil sostener el programa económico porque obliga al Banco Central a mantener elevadas tasas de interés (acumulando pasivos monetarios a ritmos acelerados), mientras que intensifica la puja distributiva en un año electoral en el que aumenta el poder de negociación de los trabajadores. 

La autoridad monetaria no tuvo alternativa y empezó a mostrar un cambio de discurso en relación con la inflación. En los últimos meses aseguraba que su prioridad era evitar nuevas tensiones financieras (principalmente cambiarias) y la inflación estaba en un segundo plano: iba a ir bajando en forma gradual por efecto de la política monetaria. Pero ahora los principales funcionarios del organismo pusieron los precios en el centro del discurso. “No vamos a ignorar la inflación”, destacó el vicepresidente del Central, Gustavo Cañonero, en una conferencia regional. La semana pasada, el titular del organismo, Guido Sandleris, había dicho lo mismo ante empresarios. Pero se encargó de mencionar que no se atrasará el tipo de cambio ni las tarifas para contener la inflación. “Son atajos”, aseguró. La misma muletilla que usaba su colega Federico Sturzenegger en 2016 y 2017.  

En los mercados internacionales los activos argentinos volvieron a ser considerados de alto riesgo. Se trata de una tendencia que no sólo afecta a los bonos sino que se observa sobre las acciones. En la jornada de ayer se destacó la caída del 2,25 por ciento de la petrolera YPF. Se trata de una de las empresas representativas del país y tiende a reflejar la expectativa de fondos del extranjero respecto de la economía local. La firma cotizó a 13 dólares en la bolsa de Nueva York, cuando a principio de febrero se ubicaba en 16,50. Otra empresa con retroceso fue el Grupo Financiero Galicia. Bajó un 0,4 por ciento en la jornada y cerró en 28 dólares por acción, luego de haber superado los 37 dólares a inicios de febrero.