A seis meses del Mundial de Qatar, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) decidió mantener la suspensión a Rusia debido al gran escándalo de dopaje, exigió a dicho país el pago de los costes generados y espera asimismo que le sean entregados los datos del laboratorio de Moscú (escenario de un fraude masivo entre 2011 y 2015), recuperados a mediados de enero por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

En 2012 fueron suspendidos doce atletas rusos, entre ellos el campeón olímpico de salto de altura, Ivan Ukhov, debido a las revelaciones del informe McLaren en el sistema de dopaje de Estado. Y si bien la bandera de Rusia no aparece en una competición internacional de atletismo desde el Mundial de Pekín 2015, el director de la IAAF, Rune Andersen, explicó: “La Federación Rusa de Atletismo (Rusaf) planteó problemas logísticos sobre el pago que se resolverán. Y los datos del laboratorio de Moscú se están autentificando en la AMA, que los transmitió a la AIU (Unidad de Integridad en el Atletismo)”. El proceso puede durar en total entre dos y tres meses. 

No obstante, la TV alemana ARD afirmó que un antiguo responsable del equipo ruso en la época del dopaje organizado, Valentin Maslakov, sigue teniendo responsabilidades en la formación nacional, y que de los 84 miembros del equipo técnico de la selección rusa en 2019, 63 tuvieron funciones durante el período del escándalo por dopaje. Al respecto, el ministro ruso de Deportes, Pavel Kolobkov, fue lacónico: “Los entrenadores suspendidos no forman parte del equipo nacional”. El atletismo ruso continúa bajo la lupa.