"Estamos todos amargados", reconoció Paulo Ferrari, el técnico de Central que tiene las horas contadas en el club. Solo una sucesión de victorias en los próximos compromisos, el primero de ellos el domingo ante San Lorenzo, lo mantendrá en el cargo. Pero para el encuentro ante el azulgrana de pasado mañana las dudas son muchas, entre jugadores lesionados, otros extenuados físicamente y el bajo rendimiento de otros.

La dirigencia ya no puede sostener a Ferrari como técnico pero las decisiones en Central se tomarán el lunes. Porque la urgencia es el partido del domingo con San Lorenzo en Arroyito. Para este juego trascendente está descartado por lesión Oscar Cabezas y en duda las presencia de Alfonso Parot y Fernando Zampedri. El plantel regresó ayer el mediodía de Chile y entrenó por la tarde en Arroyo Seco. Esta mañana Ferrari evaluará a los jugadores para definir cuál es el equipo que mañana hará fútbol pensando en el compromiso con el azulgrana.