Motoqueros y ciclistas de Pedidos Ya, Glovo y Rappi marcharon al Ministerio de la Producción y el Trabajo contra el fraude laboral en las plataformas de reparto. “Las empresas se niegan a cumplir con las leyes vigentes, con el aval y la complicidad de los funcionarios del Gobierno”, denunció el titular de la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (Asimm), Marcelo Pariente, en el arranque de la movilización.

Los precarizados trabajadores de las apps están sufriendo este año otra vuelta de tuerca, con el guiño de Cambiemos. Pedidos Ya, la única plataforma que tenía a sus empleados en blanco, avanza con despidos para reemplazarlos con monotributistas. 

La empresa despidió a 403 trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires a fines de febrero, y ahora suma nuevos casos en el interior. 

La diferencia de Pedidos Ya con las plataformas de llegada al país más recientes, como Rappi o Glovo, puede vincularse al momento de su instalación en la Argentina. La firma, de origen uruguayo, empezó a operar en Buenos Aires en 2010, con otro marco político.

Para el gremio Asimm no hay dudas de que la movida para flexibilizar aún más a los motoqueros y ciclistas de las plataformas tiene el sello del Gobierno. “Es cómplice de toda esta situación porque le está dando señales a las empresas de que ese es el modelo, el de trabajadores sin derechos”, aseguró Pariente. El dirigente agregó que en la Ciudad de Buenos Aires los legisladores PRO impulsan una modificación de la ley que regula la actividad; “el proyecto permite que las plataformas contraten monotributistas, con la argucia de llamar ‘facilitadores’ a los trabajadores”. Es en esta situación que Pedidos Ya, que el año pasado había efectivizado trabajadores, decidió dar el giro.

La base de la firma, en el barrio de Palermo, a está tomada desde el 25 de febrero en reclamo de que los cesanteados sean reincorporados. En el gremio dan un panorama de la negociación muy duro. En las conversaciones con la empresa, la oferta fue reincorporar a 8 de los 403 despedidos.

Luna Aguilar, fue una de las más tempranamente cesanteadas. La echaron en diciembre, cuando se hizo visible por su actividad gremial. “Primero vimos que estaban tomando monotributistas. A raíz de eso nos tocaron menos entregas, y luego nos acusaron de ser ineficientes”, reseñó. De la argumentación para los despidos, recordó algunas insólitas. “A un compañero lo acusaron de haber tenido 36 faltas en el mes. En mi caso, dijeron que había rechazado 55 pedidos de viaje un día que había hecho 60 entregas”. Todavía se sorprende del planteo: “¿Esperaban que hiciera 115 viajes en 8 horas?” se pregunta.

Por una jornada de 4 horas la empresa les pagaba un sueldo de 9 mil pesos –en el caso de darles la bicicleta– y 10 mil si cada uno trabajaba con su rodado. Por 8 horas de trabajo, el pago era cercano a los 16 mil. Si parece poco, habría que considerar lo que los trabajadores de las apps cobran ahora como monotributistas: “55 pesos por viaje”, señaló Aguilar. “Además de haber perdido las vacaciones y las cargas sociales, los nuevos trabajadores tienen que pagar de su bolsillo el uniforme y el canasto”.

El titular del gremio Asimm precisó que “en la Argentina la actividad está absolutamente reglamentada. Hay leyes, el problema es que el Estado está ausente. No las hace cumplir y presiona para flexibilizarlas”.

La movilización al Ministerio de Producción de la Nación será continuada este miércoles por otra a la cartera de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, que tiene intervención en el reclamo por los despidos.