El oficialismo no acierta en su voluntad de sancionar una ley "antibarras". La norma fue reflotada de apuro tras el fracasado operativo de seguridad que llevó la final de la Copa Libertadores a Madrid, pero no pudo ser aprobado ni en las sesiones ordinarios ni en las extraordinarias convocadas por el presidente Mauricio Macri. El nuevo traspié se registró en la Comisión de Legislación Penal y Deportes, donde oficialismo y oposición volvieron a enfrentrarse ante lo que los bloques del peronismo señalan como un articulado punitivista que no contempla medidas de prevención. El plenario pasó a cuarto intermedio y el debate se retomará el jueves próximo. 

La audiencia transcurrió entre insultos y chicanas ante la imposibilidad de la presidente de la comisión de Legislación Penal, Gabriela Burgos, de alcanzar un acuerdo para emitir dictamen como anhelaba Cambiemos. Las críticas desde los bloques del peronismo y el kirchnerismo fueron similares a las que se escucharon en la sesión extraordinaria de diciembre pasado, cuando la norma obtuvo una aprobación casi unánime en general, pero luego cayó en saco roto al tratarse en particular y terminó volviendo a comisión a pedido del aliado Martín Losteau. 

"Quien revolea una botella en la cancha tiene hasta 8 años de prisión, la misma pena que para un homicidio", advirtió en queja el titular de la comisión de Deportes, Daniel Scioli, quien insistió en que se tomen en cuenta las políticas de prevención. En ese mismo tono, otros legisladores opositores subrayaron el artículo que penaliza a la persona que se encuentre culpable de iniciar una avalancha, algo de muy difícil comprobación en un estadio de fútbol. 

Uno de los puntos centrales a tratar en la fracasada reunión plenaria era la propuesta de Elisa Carrió –respaldada por el kirchnerismo- para limitar que funcionarios públicos (incluidos fiscales y jueces) formen parte de la dirigencia de los clubes. Algo que afectaría directamente a actuales funcionarios de Cambiemos, que integran, por ejemplo, las comisiones directivas de Boca y River. 

"Quedó más que claro que nadie está de acuerdo con la violencia en el fútbol, y que todos de alguna manera queremos salvar al fútbol. No estamos dispuestos a sacrificar este deporte en nombre de estas organizaciones", trató de conciliar Burgos para lograr el dictamen que deje al oficialismo más cerca de poder votar el proyecto el miércoles de la semana próxima en el recinto y recordó que "de hecho se pasó de tener 30 a 46 artículos". 

Pero los legisladores de la oposición continúan preocupados por la aplicación que podría tener una norma con penas desproporcionadas. Por su parte, Facundo Moyano tildó de "oportunista" la normativa y consideró que cae en "una falta de apreciación de la realidad". En ese sentido, la peronista jujeña Carolina Moises consideró que hay artículos que no entienden las diferencias que existen entre los clubes pequeños del interior y las grandes instituciones de Buenos Aires: "Lamento que haya diputados que crean que el país se termina en la General Paz", expresó.

Ante las críticas de la oposición, Burgos decidió llamar a un cuarto intermedio y continuar el debate el próximo jueves desde las 15 y convocar a una reunión de asesores para mañana a las 14 con el objetivo de continuar limando diferencias.