El dólar volvió a subir por segunda jornada consecutiva. El aumento fue de 36 centavos y ubicó la cotización en 41,95 pesos. Las presiones cambiarias se mantuvieron en la city, pese a que el Banco Central volvió a subir las tasas de interés de las Leliq a casi el 66 por ciento anual y que los países de la región registraron una jornada de optimismo financiero. La Reserva Federal (banca central de Estados Unidos) mencionó que mantendrá la política monetaria y colaboró para generar impulso en los activos de países no desarrollados. La inestabilidad del dólar en el mercado local se explicó por compras de cobertura. Entre los inversores existe temor a que el equipo económico no consiga cumplir su programa macro ante la aceleración de la inflación y el derrumbe de la actividad.    

El Central responde con mayor aumento de tasa a las presiones cambiarias, una medida que en las últimas semanas no fue efectiva para moderar la volatilidad. En la jornada de ayer renovó 210.122 millones de pesos, con un rendimiento promedio de 64,88 por ciento. La autoridad monetaria llegó a ofrecer una tasa máxima de 65,99 por ciento. El organismo a cargo de Guido Sandleris aumentó 20 puntos la tasa en cuatro semanas y reiteró en más de una oportunidades que no dudará en seguir haciéndolo hasta que no se modere la inestabilidad de la divisa. Por el momento no pudo convencer al mercado y el tipo de cambio mayorista sigue moviéndose con saltos de cotización. La cotización con la que operan los bancos y grandes inversores se ubicó en 40,85 pesos y anotó suba de 35 centavos en el día y 85 centavos en la semana. 

El clima financiero internacional colaboró con las economías emergentes y permitió un rebote de la bolsa porteña, la cual anotó un alza del 1,2 por ciento. En el detalle de las acciones, se destacó el avance de 2,7 por ciento de Banco Macro, de 3,6 por ciento de Mirgor y de 2,4 por ciento de Pampa Energía. Entre las firmas con pérdidas sobresalió la baja del 2,9 por ciento de Comercial del Plata y de 2,6 de Aluar.

“La atención de los mercados estuvo puesta en la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos. Entre las novedades de la reunión sobresalieron proyecciones que indican que este año no volverá a haber aumentos de tasas y en 2020 habrá una sola suba”, indicó la agencia de bolsa Portfolio Personal. Agregó que “se redujo la estimación de crecimiento para este año de 2,3 a 2,1 por ciento”. En el cierre de la jornada el precio de los bonos del Tesoro marcó un rebote y, por tanto, el nivel de la tasa de interés bajó a 2,54 por ciento, lo que fue la cifra más baja en más de un año.  

Las materias primas registraron el impulso por los anuncios de la Reserva Federal. El precio del petróleo WTI marcó una suba del 1,9 por ciento y se ubicó en el nivel más alto en cuatro meses: 60,1 dólares por barril. El avance del crudo se potenció por la publicación de estadísticas sectoriales que revelaran una caída semanal de casi 10 millones de barriles en los inventarios de petróleo de Estados Unidos, junto con la fuerte disminución en las reservas de gasolina y destilados.

Los bonos argentinos fueron otro de los activos beneficiados por el contexto internacional. En la jornada de ayer se destacaron las subas de los títulos a largo plazo. Por ejemplo, el Argentina 2046 anotó un avance del 2,3 por ciento, mientras que el Par en moneda extranjera marcó un alza del 1,6 por ciento. El riesgo país finalizó en 732 unidades y marcó una suba de 6 puntos. Las reservas internacionales terminaron en 68.309 millones de dólares, con un alza de 54 millones. 

Esta semana se publican indicadores de actividad económica del Indec. La caída del mercado interno fue del 7 por ciento en diciembre y los consultores aseguran que la baja podría ir en aumento con el correr de los meses (por el refuerzo de la política monetaria contractiva y el ajuste fiscal). La mayor parte de las acciones que cotizan en la bolsa concentran sus ventas en el mercado interno y los datos de contracción de la actividad pueden generar nuevos retrocesos para el mercado financiero. Los balances de las empresas muestran números rojos hace varios meses. Esta incertidumbre por la falta de perspectivas de crecimiento impacta además en el valor de los bonos en moneda local y extranjera.