Después de las duras críticas de los ex referentes de la Mesa de Enlace agropecuaria, otros sectores que acompañaron la llegada de Cambiemos al poder muestran desilusión y desesperanza. Así lo refleja el nuevo informe de la Universidad Di Tella sobre la confianza de los consumidores. Las peores expectativas del relevamiento corresponden a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, bastión histórico del PRO, y a los sectores de mayores ingresos, donde se concentra la base electoral del oficialismo. La medición de marzo arrojó una caída general de la confianza del 3,5 por ciento contra febrero, y una baja mucho más pronunciada, del 20,6 por ciento, en la comparación interanual.

"En la distribución territorial, la confianza del consumidor cae 14,4 por ciento en Capital Federal, 1,4 por ciento en el Gran Buenos Aires y 0,9 por ciento en el Interior del país, siempre respecto al mes anterior", señala el informe de la Di Tella. Los datos reflejan una agudización de las preocupaciones en el distrito más rico del país, donde Cambiemos se impuso por más del 50 por ciento de los votos en las últimas dos elecciones.

"En la distribución por nivel de ingresos, la confianza del consumidor cae 6,4 por ciento para el sector de los encuestados con mayores ingresos y 2,6 por ciento para los de menores ingresos respecto al mes anterior", agrega el estudio. Otra vez, sectores identificados mayoritariamente con el oficialismo son los más pesimistas en este momento sobre las posibilidades de recuperación de la economía. La información deja en evidencia que los intentos de Macri y el equipo económico por convencer a los argentinos de que la crisis tocó piso en noviembre no consiguen revertir una percepción negativa de lo que ocurre con la economía.

Entre los componentes del índice de confianza, el subíndice de Situación Macroeconómica cae 4,8 por ciento y el de Situación Personal retrocede 2,9. En cambio, el subíndice Bienes Durables e Inmuebles sube 0,2 por ciento respecto al mes anterior. En la comparación interanual, la medición de la situación personal anota un derrumbe del 18 por ciento. Además, frente a la pregunta de cómo estará la situación personal del encuestado dentro de un año, el índice también presenta un deterioro del 7,4 por ciento.