"Hoy se cumplen dos semanas sin convocatoria paritaria. El slogan de la gobernadora de discutir con los chicos en las aulas es, otra vez, una consigna de campaña", lamentó el viernes mediante un comunicado el Frente de Unidad Docente Bonaerense para anticipar que, en caso de no recibir una convocatoria este lunes, lanzarán un paro de 48 horas la semana próxima. Por su parte, los docentes porteños nucleados en UTE advirtieron que el poder adquisitivo cayó un 25 por ciento desde 2015 y adelantaron que el martes decidirán un plan de acción en conjunto con las dos CTA. 

El Frente de Unidad docente decidió el viernes decretar el paro en suspenso, luego de evaluar los resultados de las consultas hechas en las asambleas de base. El gobierno de María Eugenia Vidal convocó a la primera reunión paritaria quince días antes del inicio de clases y ofreció un aumento salarial acorde a la inflación anual, con ajustes trimestrales, pero los gremios solicitaron una recomposición por el 15 por ciento perdido por la altísima inflación del 2018. En una segunda reunión, el gobierno bonaerense dijo que estaba dispuesto a reconocer un 5 por ciento de esa pérdida. 

Además de ratificar el rechazo a la oferta salarial del gobierno provincial, los docentes resolvieron que el martes se concentrarán frente a la sede del IOMA para reclamar por la urgente actualización y ampliación en la cobertura de todas las prestaciones, especialmente en medicamentos. 

El ministro de Trabajo de la provincia, Marcelo Villegas, afirmó que se trabaja "en una propuesta superadora para ofrecer a los docentes en los próximos días", sin precisar si se hará hoy, plazo puesto por los gremios para decir si convocarán un nuevo paro de 48 horas. 

En tanto, desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) de la Ciudad de Buenos Aires resaltaron que un salario mínimo docente es de 20 mil pesos, cuando la canasta básico de febrero arrojó que una familia necesitó de 21.437 pesos para no caer por debajo de la línea de pobreza. El gremio encabezado por Eduardo López apuntó que los docentes deberían percibir un salario mínimo 4 mil pesos superior para alcanzar el mismo poder adquisitivo que en diciembre de 2015. 

"A todo ello se suma el congelamiento de las asignaciones familiares en 270 pesos por hijo desde 2013. Las tarifas de servicios públicos aumentan muy por arriba de los salarios y de la inversión en salud, educación y políticas sociales", puntualizó López y adelantó que el próximo martes se definirá un plan de acción junto a junto a las CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma.