"Heroínas tuvo su estreno en 2016 y fue muy exitoso, con veinte funciones en Sala Lavardén. El contexto actual nos invitaba para volver a hacerla, porque es una obra que pretende poner en valor y visibilizar la vida y obra de siete grandes mujeres, que desde el anonimato lograron algo muy valioso. En el mes de la mujer nos apareció de manera natural el deseo por volver a realizarla, y desde nuestra militancia, que es el teatro", explica a Rosario/12 Juan Nemirovsky, director general de Heroínas: Un raro desfile de mujeres encendidas.

A partir del reestreno de ayer, la obra continúa hoy y los días 29 y 30 de este mes, a las 21, en Centro de Expresiones Contemporáneas (Sargento Cabral y el río). Como destaca Nemirovsky, "Heroínas tiene una gran particularidad, no es una obra tradicional, sino -como la llamamos desde el Centro Experimental Rosario Imagina- un dispositivo: se apunta a un vínculo muy íntimo entre el espectador y la actriz. Es decir, uno llega y se dispone en una base en donde hay otros cinco espectadores. Estos pequeños grupos de seis, ven a una actriz con la que guardan más o menos un metro de distancia. Una vez que el monólogo de la actriz termina -hay quince monólogos en simultáneo, y cada uno dura alrededor de 15 minutos- todas las actrices rotan. En el correr de la noche, uno ve tres monólogos con tres actrices. Pero hay otras trece actrices que no vas a ver. Por eso, está siempre abierta la invitación a que el espectador vuelva".

A partir de una idea de Rody Bertol, la dirección general de Heroínas corre por cuenta de Juan Nemirovsky quien coordina, a su vez, un grupo de directores y directoras: Silvana Battocchia, Diego Bollero, Carolina Torres, Felipe Haidar, Alejandro Leguizamon, Dana Maiorano, Simonel Piancatelli, Soledad Murguía, Carla Tealdi, Natalia Trejo, Julieta Pretelli. Al respecto, Nemirovsky comenta que "el disfrute más grande es porque se trata de un trabajo colectivo. Rody Bertol se sintió interesado por la idea de que todos tenemos un potencial oculto. A partir de allí, eligió siete historias de mujeres, y te diría que de una manera casi anticipatoria a la explosión del movimiento feminista, porque esta obra se empezó a ensayar en el 2015. Me lo trasladó como propuesta y yo lo que hice fue más una coordinación antes que una dirección, porque cada actriz tiene a su vez un director o directora".

"Me sorprende cuando una obra funciona

de manera anticipatoria a lo que está

caldeándose en la sociedad". Nemirovksy

Evidentemente, el contexto ha ido modelando Heroínas de una manera que, según el actor y director, "hace que nos sintamos orgullosos. Por otra parte, para las actrices es un desafío muy grande. Primero por la cantidad de veces que reiteran el monólogo, lo que les permite una gimnasia muy grande con el personaje. Y porque tienen que enfrentarse a un espectador muy visible, con el riesgo de que no éste no tenga la atención total en uno. Por suerte siempre hemos tenido una respuesta muy positiva".

Las siete historias que Heroínas privilegia son las de Dora Diamant, compañera de Franz Kafka; Susana "Gricel" Viganó, inspiración del tango de José María Contursi; la fotógrafa Vivian Maier; la cantante Ada Falcón; Rosa Campusano, amor escondido de San Martín; la escritora Nina Berbérova; y la atleta alemana Dora Ratjen. Las actrices a cargo de los monólogos son Noemí Asenjo, Marianela Chicón, Laura Copello, Sofía Dibidino, Laura Forla, Mariela Feugeas, María Lenci, Yanina Mennelli, Natalia Pautasso, Mariana Pevi, Julia Piaruchi, Natalia Trejo, Dana Maiorano, Gisela Sogne, y Romina Tamburello.

"No me deja de sorprender cuando una obra funciona de manera anticipatoria a lo que está caldeándose en la sociedad. En su momento, me tocó participar con Rody (Bertol) en la dirección, en Los invertidos, unos años antes a la ley de matrimonio igualitario; también con la obra El hijo de Agar, anticipatoria a la fuerte discusión en el Senado sobre el aborto. Evidentemente, hay una virtud en Rody al leer con mucha claridad cuáles son los temas que en la sociedad se están barajando. En el caso de Heroínas, ver a quince mujeres mancomunadas en una función, en la que comparten sólo las articulaciones que van entre un monólogo y otro, es bastante singular, porque es una obra bastante solitaria. Pero también es un ensamble de nueve actrices en simultáneo. Me parece que en eso hay una energía en común que, apoyada por el contexto, se vuelve todavía más disfrutable", agrega Nemirovsky sobre esta obra que es toda una experiencia teatral, y que propone el desafío de acercarse de una manera íntima a historias no tan conocidas, de mujeres que fueron disruptivas en su tiempo.