El ex presidente brasileño Michel Temer pasó su primera noche detenido por corrupción en una sala de la Policía Federal en Río de Janeiro, a la espera de que una cámara de apelaciones trate un hábeas corpus para lograr su libertad. El exmandatario de facto había sido detenido el jueves como presunto cabecilla de una organización criminal que habría desviado centenares de millones de dólares a lo largo de cuatro décadas. 

El político conservador, de 78 años, pasó su primera noche en una sala “especial”, de unos 20 metros cuadrados, sin ventanas, pero con baño privado y con aire acondicionado, ubicada en la Superintendencia Regional de la Policía Federal, en la zona portuaria de Río de Janeiro. Según el diario carioca O Globo, en su primera noche Temer no cenó y se vio abatido.

Desde su captura, el exmandatario ha recibido en dos oportunidades la visita de un importante aliado, Carlos Marun, quien fue su ministro de la Secretaría del Gobierno. Tras su última visita, Marun dijo a la prensa que Temer está disconforme con su detención, la que calificó como ilegal y arbitraria. “Está siendo bien tratado, pero está muy triste y aguardando que esta situación se revierta lo más rápido posible”, agregó Marún. No obstante, reiteró que el exmandatario mantiene su confianza en la justicia. Ayer, durante un interrogatorio, Temer no quiso responder a los cuestionamientos de las autoridades y prefirió permanecer en silencio. Temer fue arrestado en Sao Paulo y trasladado a Río de Janeiro por determinación del juez Marcelo Bretas, a cargo en ese estado de la megaoperación Lava Jato contra la corrupción.

El caso que motivó la orden de detención provisoria de Temer y otras siete personas, incluyendo el exministro de Minas y Energía Moreira Franco, está relacionado con sobornos recibidos en 2014 a cambio de contratos de obras en la usina nuclear Angra 3, en el sur del Estado de Rio. El juez investiga “crímenes de corrupción, desvío de fondos y blanqueo de dinero”, con “pagos ilícitos” efectuados por un empresario “para la organización criminal liderada por Michel Temer”, señaló el Ministerio Público Federal (MPF).

El núcleo de esa red fue constituido por Temer cuando era secretario de Seguridad Pública en Sao Paulo, a mediados de los años 80, junto al coronel retirado Joao Baptista Lima Filho, quien lo acompañó a lo largo de toda su carrera y también fue detenido el jueves. “El coronel Lima y Michel Temer actúan juntos desde la década de 1980”, destacó la fiscal Fabiana Schneider en una conferencia de prensa.

La prisión preventiva se justifica, según el MPF, por la sospecha de que la presunta banda sigue “en plena actividad”. “Las investigaciones apuntan a que la organización criminal practicó crímenes diversos que involucraron a varios organismos públicos y empresas estatales, habiendo obtenido la promesa, el pago o el desvío hacia la organización de 1.800 millones de reales” (unos 470 millones de dólares al cambio actual)”, señaló el MPF en un comunicado.

Temer y Moreira Franco son miembros del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), un partido que desde el fin de la dictadura militar (1964-1985) fue aliado de casi todos los gobiernos, sean de izquierda o de centroderecha.

El propio Temer fue de 2011 a 2016 vicepresidente de Dilma Rousseff, a quien sustituyó en mayo de 2016 cuando la mandataria de izquierda fue destituida en un golpe parlamentario por una infracción menor de manejo de las cuentas públicas. tras haber ostentado un índice récord de impopularidad, el 1 de enero pasado entregó el cargo al ganador de las elecciones de fines del año pasado, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Bolsonaro dijo en Santiago de Chile, donde participa en un foro regional, que el encarcelamiento de Temer es resultado de “los acuerdos políticos que se hacen en nombre de la gobernabilidad”.