La secuencia de títulos de Dumbo, estrenada en Nueva York en octubre de 1941, presenta a una serie de cinco “directores de secuencia” –Sam Armstrong, Norman Ferguson, Wilfred Jackson, Bill Roberts y Jack Kinney– y un “director supervisor”, Ben Sharpsteen. Sin embargo, fue otro dibujante y animador el encargado de darle vida a una de las escenas más recordadas de la película (y la que más ha hecho llorar a varias generaciones). En The Animated Movie Guide Jerry Beck describe el proceso creativo detrás de los rasgos y actitudes del elefante titular. “Bill Tytla animó a Dumbo con un ojo atento a la inocencia y las emociones de la infancia y centró la animación en las observaciones de su propia hija bebé en lugar de analizar a un elefante. Tytla dio un paso más y comenzó a animar al personaje a partir de sus propias emociones y acciones como padre. La celebrada escena en la que Dumbo y su madre tocan sus trompas durante el encierro fue la culminación del ojo afilado y el arte experto de Tytla: cuando la trompa de la señora Jumbo –la única parte de su cuerpo visible durante esa escena– despide a Dumbo sacudiéndose, la animación es tan emotiva que parece un personaje por derecho propio”. La nueva versión de Tim Burton recrea esa escena de manera casi milimétrica; se trata, sin dudas, de uno de los núcleos emocionales de la historia.