Una nueva campaña de civismo en Barcelona ha desembarcado en redes, y aunque no es precisamente curioso que hayan recurrido sus creadores al trap, género musical muy de moda, sí resulta felizmente demencial que quien rapea la canción con moraleja sea... Immanuel Kant. Ajá: el varón del imperativo categórico aplica sus máximas con suma modernidad en un clip surrealista que es furor en la nación ibérica y que busca reforzar los buenos modos en el tranvía (o tram, como allí le llaman). “No me creo que tú no hayas cometido nunca un acto incívico, alguna cosilla habrás hecho...”, le dice un muchacho al filósofo prusiano, y él, muy musical: “Ni de coña porque yo Kant, comportamiento ejemplar. To’ lo que hago podría ser universal”. Y ya luego detalla el autor de Fundamentación de la metafísica de las costumbres cómo manejarse bien: hablar flojito en el móvil, escuchar música con auriculares, no colgarse de las barras, no forzar las puertas de salida, y así. Termina, de hecho, discutiendo con el dueño de un can que no quiere ponerle bozal a su animalito porque se porta bárbaro. “Es que te juro que se lo he dicho como tres veces. ‘Ponme el bozal, tío, ¿qué más te da?’ Hostia, me has hecho pasar vergüenza delante de Immanuel Kant”, acaba pidiendo disculpas el mismísimo perrito, muy apenado, en un ocurrente spot pergeñado por el treintañero Christian Flores (conocido por contar episodios históricos con canciones trap) por encargo de la agencia Paradise Falls para la red de tranvías de Barcelona. Lo que se dice una pasada. Filosófica, eso sí.