En el marco de la causa de las fotocopias de los cuadernos, el juez federal Claudio Bonadio ordenó ayer una decena de allanamientos en el tramo del expediente en el que se investigan supuestas maniobras de lavado de dinero por parte de Daniel Muñoz, el fallecido ex secretario privado de Néstor Kirchner. Tras la medida judicial, quedaron demorados la madre, la hermana y el ex cuñado de Carolina Pochetti, la viuda de Muñoz, y también el contador Daniel Bona, el financista Pablo Rippel, Alejandro Reale, y quien trabajó como su chofer, Fausto Machado.
Los procedimientos fueron realizados por agentes de la Policía Federal en Río Gallegos, Calafate, Villa Angostura, Santa Fe, Tandil, Rosario y Neuquén y estarían vinculados con la declaración del ex contador de los Kirchner, Víctor Manzanares, en calidad de arrepentido, donde Muñoz aparece como una pieza clave en el supuesto sistema de recaudación para su beneficio. En su testimonio, Manzanares habría dado detalles sobre dónde guardaban billetes y cómo el contador habría realizado inversiones millonarias no sólo en el exterior sino en la Argentina aunque nunca nombró al ex presidente Kirchner y tampoco a la actual senadora Cristina Fernández. Los avances en esta causa se dan en simultáneo a la crítica situación que atraviesa el fiscal que la encabeza, Carlos Stornelli, investigado por integrar una supuesta red de espionaje ilegal y declarado en rebeldía por el juez Alejo Ramos Padilla.