El Presidente Mauricio Macri brindó un polémico discurso en la apertura del 137° período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional. No sólo llamó la atención su enojo, seguramente motivado por los resultados económicos que muestran todas variables, sino porque las cifras que informó se contradicen con los números oficiales de su propio gobierno.

  • El Presidente aseguró “...el país no crece desde el 2012...” y luego, tan solo un párrafo después, se contradijo: “durante mi gestión creció la economía...”. 
  • La serie del PIB del Indec, que mide la relación porcentual interanual, indica que en 2012 retrocedió 1,0 por ciento, pero luego en 2013 aumentó un 2,4 por ciento, en 2014 se redujo 2,5 por ciento y en 2015 volvió a crecer un 2,7 por ciento. Durante su gestión bajó un 1,8 por ciento en 2016, para subir un 2,9 por ciento en 2017. Las cifras oficiales para 2018 dieron un número negativo del 2,6 por ciento. Es decir, la afirmación es falsa ya que, luego del 2012, la economía creció tres años no consecutivos (2013, 2015 y 2017). Lo que también es cierto, es que el gobierno de Cambiemos terminará su mandato con tres años en caída y sólo uno con resultado positivo. A esta altura nadie duda que en 2019 no habrá crecimiento.
  • Macri dijo que “...creció la economía, bajó la inflación, aumentaron la inversión, las exportaciones, bajó la pobreza y creamos 700 mil puestos de trabajo...”.
  • Sobre el crecimiento de la economía no hay mucho que agregar, dos de los tres años de su gestión registran caída del PIB. Sobre la baja de la inflación, los índices del IPC-Indec empalmado con el índice de CABA muestran que desde enero de 2016 a febrero de 2019 la inflación acumulada fue de 171,3 por ciento. Sobre la inversión, los datos de la formación bruta de capital fijo del Indec (en la variación porcentual respecto a igual período del año anterior) muestran que en 2015 creció 3,5 por ciento; en 2016 cayó 4,9 por ciento; tuvo una recuperación de 11,0 por ciento en 2017; pero al tercer trimestre del 2018 (último dato publicado) cayo 11,1 por ciento. Por su parte, la Inversión Extranjera Directa (IED) en promedio durante 2016–2018 fue de 2400 millones de dólares, valores similares al 2013, según el Informe de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario del BCRA. Sobre las exportaciones, éstas aumentaron 8,0 por ciento entre 2015 y 2018, pasando de 56.784 a 61.559 millones de dólares, según el Indec. Si bien fue uno de los pocos datos acertados que esgrimió el Presidente, omitió decir que en los tres años de su gobierno el déficit comercial fue de 10.134 millones de dólares y el de la Balanza de Pagos fue de 72.501 millones de dólares, al tercer trimestre. Sobre la pobreza, según el Indec, los datos son negativos en el gobierno de Macri. Finalmente, sobre los 700 mil puestos de trabajo supuestamente creados, las estadísticas de Trabajo-Sipa indican que en diciembre de 2015 había 12,019 millones de trabajadores registrados y en diciembre de 2018 eran 12,195 millones. El aumento fue sólo de 177 mil trabajos. Si se toma el mejor registro, en diciembre de 2017, cuando los puestos de trabajo registrado llegaron a 12,387 millones el aumento fue de 368 mil. En todos los casos estamos muy lejos de los 700 mil anunciados por el Presidente y además en diciembre de 2018 respecto del 2017 se perdieron 191,3 mil.
  • El Presidente también afirmó que “...hubo sí la necesidad de terminar cuanto antes con el déficit fiscal que la Argentina padece desde hace 70 años...”.
  • En relación a esta falacia, tan difundida por el gobierno, tomando los últimos cincuenta y ocho años (1961-2018), por la disponibilidad de la información presupuestaria y las series históricas de la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, relevamos sobre el resultado primario –sin tomar en cuenta los intereses– que hubo cuarenta y tres años de déficit y quince de superávit fiscal primario. Respecto al resultado financiero, hubo cincuenta y dos años de déficit y seis de superávit. Asimismo, desde el 2003 al 2008 hubo seis años consecutivos de superávits gemelos, es decir, tanto en el resultado primario como el financiero. Con cualquiera de los parámetros, la afirmación del Presidente no se condice con la realidad de las ejecuciones presupuestarias. 

Por último, es importante resaltar que hace sesenta y tres años que el FMI tiene injerencia sobre las políticas económicas argentina, con breves períodos de interrupción que, casualmente, coinciden con años de crecimiento y superávit en las cuentas públicas.  

Las cifras del propio gobierno contradicen todos y cada uno de los dichos del Presidente. Para poder cambiar la realidad es esencial primero conocerla.

* Integrantes del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

@alefscarano

@juanaiel