Con la sala teatral colmada, el miércoles pasado Parque de España dio la bienvenida a El Otro Festival: Artes escénicas y salud mental, experiencia inspirada en el L'Altre Festival de la ciudad de Barcelona. Con organización del gobierno provincial y municipal, junto a las asociaciones civiles Casa del Paraná y La Estación Rosario, El Otro Festival ofrece obras y talleres hasta el domingo y a través de varias sedes (ver recuadro). Todas las actividades son con entrada libre y gratuita.

La función inaugural del miércoles lo tuvo al español Marcel Escolano como maestro de ceremonias -clown con un ovillo rojo que desenredó entre la multitud para enredarla-, entre piruetas físicas y verbales, capaz de evidenciar lo maleable de la palabra y sus significados: ¿Estar adentro, estar afuera? ¿De dónde?, se preguntaba Escolano mientras se confundía entre el mismo público. Un prólogo perfecto para La Pilarcita, la obra que dirige María Marull entre fricciones provincianas y porteñas, paganismo y desdén de clase. Una interpretación admirable (Mercedes Moltedo, un disfrute mayúsculo) que se llevó una ovación reiterada.

Las palabras de bienvenida de la intendenta Mónica Fein se preocuparon por subrayar a Rosario como "una ciudad que es ejemplo de cómo la ley de Salud Mental se puede aplicar y llevar adelante, para animarnos a construir una sociedad con derechos para todos y todas". Entre las personalidades de visita, destaca la del barcelonés Manel Anoro, Director de L'Altre Festival, quien dice estar sorprendido por la ciudadanía parecida a la de su ciudad. "Rosario es la primera ciudad que se interesó por nuestro Festival", comenta a este diario.

L'Altre Festival lleva cinco ediciones en Barcelona, y en Rosario se replica por vez primera. "Es un festival posible de replicar si hay voluntad y valentía de buscar otra manera de ver la salud mental, de reconocernos, de estar juntos. No tenemos ninguna voluntad de ir a montar otros festivales, sino simplemente explicar una idea que nos ha funcionado", explica Anoro a Rosario/12.

Así como director de L'Altre Festival, Anoro es médico de familia, "es mi trabajo, y en mis horas extras organizamos con Beatriz Liebe, que viene de las artes escénicas, este festival". Una experiencia que le tiene maravillado, y que se remonta a un trabajo que excede al festival. "Hace veinte años que formo parte de una compañía de teatro, inclusiva, que nació en un centro de salud mental de Barcelona, en donde nos reunimos personas con y sin diagnóstico de trastorno mental. Para nosotros, la compañía escénica ejerce una función no sólo de proyecto artístico sino también de hogar, por eso yo hablo de 'hogares escénicos'. Eso es algo que tiene un valor incalculable en cualquier persona. Pero en el trastorno mental, crear un hogar es fundamental. Algunas de estas compañías perduran en el tiempo y se hacen estables. La compañía donde actúo es un hogar de paz, de intimidad compartida, de cercanía emocional, de compañerismo e igualdad", agrega Anoro.

--La recuperación es algo que habrás podido constatar.

--¿Si he visto la recuperación? Sí. Y en muchas personas con un diagnóstico grave, que han podido continuar viviendo una vida de cierto bienestar, no sólo recuperarse, sino adquirir un bien vivir. Pertenecer a esta compañía es pertenecer a un proyecto común, compartido, porque es un reto personal a realizar con los otros. Son proyectos de vida que van mucho más allá del simple hecho interpretativo. Soy un gran defensor de los talleres y grupos, y de crear compañías, porque es una filosofía distinta.

--Evidentemente, el arte nos socializa.

--Nos quita máscaras y caretas, y al final nos hace lo que somos: seres humanos, con nuestras alegrías, miserias, penas. En estas compañías existe realmente un deseo de trabajo colectivo, transversal, de no subir un ego por encima del otro, sino simplemente de trabajar con el otro. Cuesta, a veces, encontrar estos proyectos cooperativos.

--¿Cuentan con apoyo del estado?

--La organización está hecha desde la sociedad civil, pero enseguida hubo participación de las instituciones, del Ayuntamiento de Barcelona y del Gobierno de Cataluña. Estamos un poco incidiendo en esta nueva perspectiva, de visión y trabajo en salud mental. Para nosotros es importantísimo el tema del estigma, esta forma de mostrar el trastorno mental, a personas que tienen o no un diagnóstico. Cuando vas a ver una obra de teatro, no sabes quién tiene o no trastorno. Y eso te está mostrando un atrevimiento que tú no tienes, el de subir a un escenario. Lo hacemos desde una perspectiva totalmente distinta a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación, desde su actitud violenta, mala, destructiva. Se trata de visibilizar a la persona, de una manera totalmente positiva y distinta.