El consumo de carne vacuna se desplomó a mínimos históricos al marcar los 49,6 kilos durante el primer trimestre de 2019, con una caída interanual del 13,4 por ciento. El indicador del consumo promedio alcanzó los 54,5 kilos anuales, una caída del 5,7 por ciento interanual, que también se ubican entre los valores más bajos de los últimos 29 años. La merma en el consumo de carne se explica por la pérdida de capacidad de compra de los asalariados, la destrucción de puestos de trabajo y la aceleración inflacionaria. La Cámara de la Industria y Comercio de Carne (Ciccra) informó ayer que el precio promedio de los cortes vacunos en los comercios del Gran Buenos Aires acumula un alza de 32,5 por ciento frente a diciembre.