• Quórum. Casi una hora después del horario convocado y diez minutos antes de la amenaza de Emilio Monzó de dar por caída la sesión, la oposición logró sentar 130 diputados y abrir el debate. Los diputados kirchneristas Rodolfo Tailhade y Leopoldo Moreau debieron dejar la Bicameral de Control e los Servicios de Inteligencia para completar el número mágico. Aunque también hubo una ayuda extra de aliados del oficialismo: el salteño Alfredo Olmedo –que prometió dar siempre quórum– y la radical tucumana Teresita Villavicencio, del bloque que preside Martín Lousteau, ocuparon sus bancas. En cambio, pegaron el faltazo los cinco diputados cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti. 
  • Lacayo. La massista Graciela Camaño pidió una cuestión de privilegio para criticar al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, por no respetar lo acordado. “Que se siente sobre la llave de esta casa y no la abra, no lo he visto jamás con ningún presidente”, le dijo, y lo acusó de ser “lacayo del Ejecutivo”. Cuando la sesión se reencausó, Camaño se retractó y le agradeció a “Emilio”, que “cumpla con su palabra”.
  • Fuentealba. “A 12 años de su fusilamiento seguimos reclamando que el crimen no quede impune porque nunca su juzgaron a sus responsables políticos como el ex gobernador neuquino Jorge Sobisch”, dijo la diputada del FIT y dirigente docente Romina Del Plá, que también reclamó “justicia por Sandra y Rubén”, los docentes muertos en la explosión de gas de la escuela de Moreno. 
  • Juras. Mónica Leticia Schlotthauer (IS) asumió su banca en reemplazo de Nathalia González Seligra (PTS), en el marco de rotación de las bancas acordadas por el FIT y juró por “la memoria de los 30 mil desaparecidos y desaparecidas”, “la lucha de las mujeres en todo el mundo”, “el aborto legal, seguro y gratuito”, y “un gobierno de trabajadores y el socialismo”. En tanto, Bernardo José “Pepe” Herrera en lugar de Hugo Infante, el diputado del Frente Cívico por Santiago que falleció a fines del año pasado.