Argentinos logró una buena victoria en su retorno a la competencia internacional luego de siete años, al vencer como local 2-0 al conjunto venezolano de Estudiantes de Mérida, en el partido de ida de la fase inaugural de la Copa Sudamericana. Los dirigidos por Diego Dabove se impusieron con los tantos convertidos por Edson Rivas, en contra de su valla, en el primer tiempo, y Damián Batallini en la segunda etapa. El partido revancha se jugará el jueves 2 de mayo en el estadio Olímpico Metropolitano de Mérida, donde será anfitrión el conjunto dirigido por el argentino Martín Brignani.

Los visitantes no llegaron a rematar al arco durante todo el primer tiempo, mientras que los locales ya sacudieron el travesaño del arco venezolano a los cinco minutos, por intermedio de Claudio Spinelli. Y ese dominio se tradujo un cuarto de hora después en el primer gol de la noche, con un error forzado de Argentinos que Edson Rivas, cabeceando hacia atrás un tiro libre, transformó en la primera ventaja de los de La Paternal.

Sin embargo, después de esa conquista los locales no lograron ir por más, pensando sobre todo en la revancha y la consecuentemente necesaria diferencia de gol, especialmente porque los visitantes se pararon bien atrás con el marcador central argentino Oscar Sáinz como abanderado de la resistencia.

Los venezolanos se quedaron con diez hombres por la expulsión del volante central Jesús Meza, en el segundo tiempo, lo que incrementó entonces la insistencia de Argentinos por alcanzar un nuevo tanto.

Pero no iba a llegar hasta la media hora de esa segunda etapa, cuando Damián Batallini llegó por izquierda a las puertas del área grande rival, enfiló hacia adentro desairando a José Manríquez con un enganche de derecha, y con esa misma pierna ejecutó al arquero Araque con un remate a media altura contra el palo opuesto.

Los 15 minutos finales parecía que se le podían presentar accesibles a los de Dabove para intentar una tercera conquista, pero los de Mérida sorprendieron al replegarse para intentar la conservación de esa diferencia de dos goles que seguramente imaginaban no tan negativa considerando que se encontraban con diez hombres en la última media hora.