El empresario Alberto Samid fue detenido ayer por Interpol en Belice y, según anunció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dos efectivos de la Policía Federal viajaron por la noche para trasladarlo de vuelta a la Argentina, si es que las autoridades de esa nación caribeña deciden expulsarlo del país. Ahora, el Rey de la Carne deberá comparecer ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) por una causa iniciada hace 23 años que lo investiga por presunta evasión fiscal y asociación ilícita.

Samid no se había presentado a escuchar el veredicto que iba a dictarse el miércoles pasado en el marco de esa causa y, por ese motivo, el tribunal integrado por los jueces Diego García Berro, Ignacio Fornari y José Michilini, ordenó su detención. El viernes fue declarado prófugo de la Justicia, por lo que Interpol libró una orden de captura internacional. 

El jueves por la noche, en sus últimas declaraciones públicas, el ex vicepresidente del Mercado Central había señalado que se encontraba en el país, “en una provincia peronista”, y que “en doce horas en auto” podía llegar a la ciudad de Buenos Aires. Más temprano, en otras entrevistas, había señalado que se encontraba en “un campo muy grande”, con “más de ocho tranqueras”, donde en tono desafiante dijo que era “muy difícil” que lo pudieran encontrar. Desde la cartera de Seguridad precisaron que el empresario de la carne salió ilegalmente del país hacia Paraguay, desde donde se habría trasladado a Panamá, para recalar finalmente en Belice. “Siempre supimos que Samid estaba en Belice y que había viajado a ese país cuando decía que estaba en un campo a 12 horas de Buenos Aires. Lo pudimos establecer por las buenas relaciones que mantenemos con las policías de otros países”, afirmó Bullrich, haciendo gala de la situación. 

Entre otras frases, Samid había asegurado que iba a entregarse cuando el fiscal Carlos Stornelli, declarado en rebeldía, pusiera a disposición su teléfono celular.