Estaba todo listo para que los senadores que integran las comisiones de Previsión y Trabajo y la de Presupuesto realizaran la audiencia para debatir el proyecto de Blanqueo Laboral con el que el Gobierno había acordado con la conducción de la CGT. Estaba presente hasta el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, pero los sindicalistas nunca llegaron y la reunión fracasó. Al menos dos parecen ser las razones del faltazo gremial. Una habla de cambios en el texto normativo que hace peligrar la Ley de Contrato de Trabajo y la otra razón es la falta de efectivización de los 13 mil millones de pesos que el gobierno se comprometió enviar a las obras sociales gremiales.

Las dos comisiones volverán a reunirse el próximo martes por la mañana. Tiempo más que suficiente para resolver los posibles cuestionamientos al texto del proyecto con el que el Poder Ejecutivo pretende legalizar a los trabajadores en negro. La iniciativa era largamente reclamada por la CGT y que el Gobierno supo utilizarla como parte de la oferta que hacía a cambio de habilitar la reforma laboral. Por ahora, la reforma como ley no camina aunque con la crisis económica hay una flexibilización de hecho que favorece a los intereses de la Casa Rosada.

Más allá de estos elementos, lo cierto es que ayer debían participar los actores de la negociación en el plenario de comisiones del Senado. Sica llegó a horario y tuvo que esperar en las oficinas del interbloque de Cambiemos a la espera de que llegue la representación sindical. Pasaron los minutos y el ministro se enteró por el titular de la comisión de Trabajo y Previsión, Daniel Lovera, que la central obrera no llegaría. Los senadores del oficialismo decidieron entonces que Sica no exponga.

“Veníamos con la idea de sacar dictamen. Lamento que la CGT, que estaba invitada e iba a venir, esté ausente”, aseguró el radical mendocino Julio Cobos, quien luego reconoció que si bien “las condiciones en el país no son las mejores para la toma de empleo, no es menos cierto que necesitamos sumar fuerzas”, dijo. 

A su turno, el jefe del bloque Alternativa Federal, Miguel Angel Pichetto, consideró imprescindible el oír la voz de los sindicatos en este tipo de proyectos pero eso no evitó que se quejaran por el faltazo: “Acá se requiere de una expresión de voluntad. Están diciendo que queremos modificar las reglas del contrato de trabajo y eso es una pavada. Se trata de un fin loable pero los sindicatos deben verter su opinión”, indicó en cuanto a la posibilidad de que el nuevo texto de la ley avance sobre derechos consagrados. 

Por caso, el propio Lovera que es titular del sindicato de comercio de La Pampa, dijo durante la mañana de ayer que “la ley tiene muchas cosas solamente a favor de las empresas. Debemos debatir cómo les damos a esos trabajadores la dignidad para que entren al mercado laboral. Estamos abriendo una puerta para que esa sea la política general para todos los trabajadores en el futuro”, expresó.

Poco después de caída la reunión comenzó a circular en los pasillos del Senado el rumor sobre la otra razón que pudo haber provocado la ausencia gremial y que decía que fue que el gobierno aún no transfirió los 13 mil millones de pesos de fondos para las obras sociales sindicales que habían sido cedidos a través del decreto 251/19, publicado en el Boletín Oficial.