El jefe del Estado Mayor de Sudán, Kamal Abdel Maaruf, anunció hoy que las Fuerzas Armadas depusieron  de la Presidencia a Omar al Bashir y asumirán el poder en el país por un período de dos años. El anuncio llega después de que en los últimos días miles de manifestantes hayan permanecido acampados en los alrededores del principal complejo militar de Jartum para pedir el apoyo del Ejército frente al presidente Al Bashir.

Más temprano, el ministro sudanés Adel Mahjoub Hussein dijo al canal de TV de Dubai Al-Hadath que el mandatario había renunciado. En tanto, la cadena norteamericana CNN aseguró que Al Bashir fue puesto en arresto domiciliario mientras que fuerzas militares se desplegaron en diferentes puntos de Jartum, la capital sudanesa y en especial en los alrededores de los medios públicos.

Hussein, ministro de Producción y Asuntos Económicos, fue la primera fuente oficial que informó sobre la renuncia de Al Bashir cuando dijo que "hay consultas para formar un consejo militar para asumir el poder después de la renuncia del presidente".

La idea de una salida del gobierno del poderoso mandatario se había fortalecido cuando se conoció que el cuerpo de Seguridad Nacional anunció la liberación de "todos" los presos políticos del país africano.

Luego de que a primera hora de hoy la televisión local anticipara que las fuerzas militares realizarían un anuncio de importancia e inmediatamente después, las calles de la ciudad comenzaron a ser colmadas por miles de manifestantes.

Esta reacción es la continuidad de las movilizaciones que se iniciaron en diciembre para protestar por el aumento de la inflación y la situación económica local. Durante las últimas semanas se agravó la crisis política y se agudizaron los choques con la policía que, desde el sábado, dejaron al menos 22 muertos según lo difundido por el Comité Central de Médicos de Sudán.

Entre los fallecidos figuran cinco militares que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad cuando trataban de dispersar las manifestaciones en los pasados días, según los activistas y otras 153 personas resultaron heridas.