A la hoguera los rankings. Son un mal hábito; impregnados en los cerebros, es imposible removerlos, persisten. No es casual, el ranking intenta ordenar y condicionar el consumo, es funcional al sistema. Nunca se da cuenta del porqué de la asignación en una ubicación, salvo en los rankings de venta. Aun en los medios nobles y eruditos, que aprecian la música, se presentan ordenamientos con numeración. Qué absurda la tabla de posiciones para medir los valores estéticos, expresivos, poéticos, la originalidad. ¿Cómo reducir la pasión a la funesta recta numérica? Mi apreciación arma sistemas de vasos comunicantes, de inspiración e influencias. Una coexistencia de producciones estimulantes que nos acercan a nosotros mismos desde fuera. Un ranking es menos que una reducción.

Lludmila fernandez: Cantante. Este viernes presenta su tercer disco, Blossom in Swing, en Jazz Voyeur. Posadas 1557. CABA. Reservas: 5353-4000.