“El gobierno de De la Rúa hizo lo que Wall Street dijo que había que hacer, y el país explotó”, Agustín Hoing, director gerente 

del fondo Advanced Capital (declaración publicada en el artículo “Argentina relanza su relación con Wall Street” en Financial Times, 12/05/2016.


El capital financiero es uno de los pocos ganadores del modelo económico macrista. El nivel de rentabilidad especulativa es inédito a escala mundial. Las finanzas globales, en conjunto con el capital extranjero no industrial, constituyen la principal base de apoyo del proyecto político-económico de la Alianza Cambiemos. Las señales fueron muy claras desde el primer día de gobierno. Los puestos estratégicos del gabinete económico fueron ocupados por un nutrido grupo de ex ejecutivos de bancos de inversión internacionales. Por aquellos días, la agencia especializada en economía y finanzas Bloomberg tituló “Wall Street a cargo de Argentina (otra vez)”.

El periodista Alfredo Zaiat comentaba en “Wall Street en la Casa Rosada”, artículo publicado en PáginaI12 (22/05/2019), que “es tan impactante este desembarco que sorprende a los propios protagonistas del mercado financiero internacional, que lo festejan pero a la vez les genera intriga el experimento. En los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa la banca internacional apoyó, estuvo muy cerca de los funcionarios y ganaron mucho dinero. Pero con Macri directamente asumieron el control de áreas sensibles para su negocio”. 

A fines de 2016, Morgan Stanley publicó un elogioso informe de la administración Cambiemos. El reporte pronosticaba que “la profundización del mercado de capitales argentino generará alrededor de 230 mil millones de dólares (8 por ciento del PIB) en la financiación neta y la inversión extranjera directa durante los próximos cinco años. Argentina es una oportunidad de inversión para el largo plazo de renta fija”.

La debacle económica no apagó el fervor de Morgan Stanley que proyecta una favorable evolución de la economía argentina para los próximos meses. El pronóstico incluye: reactivación en el segundo trimestre, disminución de la inflación a partir de junio y tranquilidad  cambiaria. Por otro lado, la firma opina que el riesgo de default “se encuentra sobreestimado; el país tiene margen para seguir pagando su deuda” y que “la rentabilidad que ofrecen los bonos en dólares y también en pesos más que compensan los riesgos que enfrentan los inversores en la Argentina”. 

Que los pronósticos/recomendaciones/diagnósticos de Morgan Stanley conserven algún grado de credibilidad es una de las taras del mundo actual. Hace unos años, el Departamento de Justicia estadounidense la acusó de engañar a los inversores sobrevalorando la cotización de las hipotecas basura. El caso se cerró cuando la compañía pagó una multa de 3200 millones de dólares. Las prácticas engañosas de Morgan Stanley y otras instituciones (JP Morgan, Citigroup, Bank of América) condujeron a la crisis financiera de 2008. Eso motivó una auditoria del Subcomité Investigativo Permanente del Senado estadounidense. El presidente de ese cuerpo legislativo, el senador demócrata Carl Levin, declaró que descubrieron “un nido de víboras, de codicia, conflictos de intereses y fechorías”. El nido de víboras, por ahora, continúa acompañando al gobierno de Macri. Sin embargo, esos actores sólo llegan hasta la puerta del cementerio. Para más información consultarle a Fernando de la Rúa.

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