Los mercados internacionales no reaccionaron favorablemente a los anuncios de esta semana del equipo económico. El riesgo país volvió a subir este miércoles y cerró la semana en un record de 835 puntos. El anterior pico se había marcado a finales de diciembre, cuando se ubicó en 822 unidades. El dólar, no obstante, anotó una baja. Se ubicó en 42,98 pesos. Se trata de una caída de 40 centavos (0,9 por ciento) respecto de la jornada previa. El Central lanzó el martes medidas de impacto para intentar contener las expectativas de devaluación. La principal fue fijar el techo de la banda de referencia cambiaria por debajo de 51,45 pesos hasta fin de año y eliminar hasta junio el piso de la banda. Esto implica que va a permitir toda la apreciación que quiera el mercado pero van a intentar que los inversores que apuestan a la tasa de interés en pesos no pierdan contra la devaluación en los próximos meses. 

Las tasas de Leliq siguen en niveles muy elevados y permiten rendimientos extraordinarios. En la jornada de ayer la autoridad monetaria renovó letras por 255 mil millones de pesos, con una tasa de 67,12 por ciento. Esto fue el resultado de dos subastas. En la primera se renovaron 162 mil millones de pesos (al 66,90 por ciento) y en la segunda 93 mil millones (al 67,48 por ciento). 

Esta tasa ya no es la única herramienta de la entidad para mantener el dólar por debajo del techo de la zona de no intervención. El Central ofreció en el mercado 60 millones de dólares a precios menores a los del mercado. El organismo a cargo de Guido Sandleris subastó divisas con precios de hasta 41,33 pesos. El tipo de cambio mayorista cerró en 41,90 pesos, al bajar 49 centavos. Es claro que la entidad monetaria está decidida a conseguir la estabilidad del dólar en los próximos meses.

Existen dos desafíos principales en esta apuesta del Central para sostener la divisa. El primero es conseguir que el mercado crea realmente en lo que dice la entidad. En los últimos meses no ganó buena reputación porque se modificaron los programas cambiarios y monetarios en reiteradas ocasiones. El segundo desafío es controlar los miedos respecto de lo que puede pasar después de diciembre. Bajar el techo de la banda de referencia del tipo de cambio, mientras se mantienen tasas elevadas en pesos puede ser efectivo en el corto plazo pero potencia las distorsiones en el mediano plazo. Esto implica que se aceleran los pasivos de la autoridad monetaria y el mercado percibe que se terminarán licuando con una fuerte devaluación.  

Los mercados siguen mostrando desconfianza. El riesgo país ayer avanzó 34 unidades y marcó un nuevo pico de 835 unidades. Los bonos de mediano y largo plazo fueron los más castigados. Se destacó el retroceso del 1 por ciento del Bonar 2024, del 1,4 por ciento del Argentina 2037 y del 1,2 por ciento del Centenario.