El estadounidense Jess Roskelley y los austriacos Hansjörg Auer y David Lama, alpinistas profesionales de renombre mundial, desaparecieron y fueron dados por muertos tras una avalancha mientras escalaban una ruta peligrosa de las Montañas Rocallosas, en el parque nacional Banff, de Canadá. Lama, de 28 años, amasó parte de su fama internacional en la Argentina: a los 21 años, alcanzó la cima del cerro Torre, en Santa Cruz –uno de los más difíciles del mundo– usando solo manos y pies. La proeza fue filmada y el resultado es la película Cerro Torre, una bola de nieve en el infierno.

Los tres escaladores, expertos en caminos difíciles y que formaban parte del equipo de atletas de la firma The North Face, “están perdidos, los equipos locales de búsqueda y rescate asumieron lo peor”, informaron los voceros del Parque. Se encontraban escalando la cara este de Howse Peak, una montaña de 3395 metros de altura conocida por su peligrosidad. Se trata de una ruta “aislada” que constituye “un objetivo excepcionalmente difícil”, declaró la Agencia de Parques de Canadá.

“En base a la valoración de la situación, se presume que los tres miembros del grupo han muerto”, indicaron las autoridades de Parks Canada en un comunicado en el que indicaron que el organismo “extiende sus más sinceras condolencias a las familias, amigos y seres queridos de los tres montañeros”.

Lama, de 28 años, Auer, de 35, y Roskelly, de 36, debían contactarse con sus familias y las autoridades del parque el martes pasado, pero llegado el miércoles no se habían comunicado, por lo que el personal de Howse Peak sobrevoló el área por la que estaban escalando y halló indicios “de múltiple avalanchas y restos de equipo de escalada”.

En 2009, Lama, por entonces un joven de 18 años que ya brillaba en el mundo de la escalada por sus cualidades para trepar, se propuso llegar a la cima del cerro Torre, en El Chaltén, usando solo manos y pies, lo que se denomina “escalada libre”. El Torre es una aguja de roca y es considerado uno de las más complicados para subir. La cima de la montaña ya había sido conquistada, pero él quiso ser el primero en hacerlo sin ayuda de clavos.

La expedición fue financiada por la empresa Red Bull, que filmaría un documental.

Aquel año, el mal tiempo le impidió llegar al objetivo. Tres años después lo intentó de nuevo. Y esa vez lo logró: su hazaña en la Argentina es una de las más impresionantes en la historia del montañismo. El film que la retrata es un pieza magnífica de aventuras e imágenes maravillosas del coloso santacruceño.

Ayer, John Roskelley, el padre del estadounidense desaparecido en Canadá,

admitió que “es poco probable que los tres hombres hayan sobrevivido. “La vía que trataban de tomar fue atravesada por primera vez en 2000. Es uno de los caminos en los que las condiciones tienen que ser perfectas, si no se convierte en una pesadilla. Y eso es lo que pasó”, explicó.

Considerado uno de los mejores montañistas estadounidenses de su época, John Roskelley alcanzó la cima del Everest con su hijo Jess en 2003. Entonces Jess tenía tan solo 20 años y se convirtió en el alpinista más joven en llegar a la cima del mundo.