Los productores de fruta repartieron 20 mil kilos de manzanas, peras, naranjas y mandarinas en la Plaza de Mayo. Denunciaron así que mientras el kilo de manzanas se vende a 70 pesos a los consumidores, como productores primarios perciben apenas 6 pesos por kilo. En el caso de los cítricos, la relación es de 30 pesos en la góndola, 3 pesos al bolsillo de quien los cultiva. Los dirigentes del sector advirtieron que estas distorsiones ponen en peligro a más de tres mil productores pequeños y medianos de Río Negro, Neuquén y Entre Ríos, que están dejando incluso pudrir parte de las cosechas porque los números no les cierran. Buscaron entrevistarse, el lunes, con el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, que los hizo esperar desde el mediodía hasta las seis de la tarde pero no los recibió.

En la plaza, la gente hizo colas de hasta tres cuadras para llevarse unas frutas. Eran, sobre todo, jubilados. Enterados de la movida, ya desde las ocho de la mañana empezaron a reunirse para esperar el arribo de los camiones. Vinieron dos, uno de la Federación del Citrus de Entre Ríos y otro de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, los protagonistas del reclamo. A las diez de la mañana, cuando comenzó el reparto, las filas daban la vuelta a la plaza, desde la esquina del Cabildo, en la Diagonal Sur, hasta más allá de las rejas de la Casa Rosada.

Las federaciones piden "una política de regulación que garantice una distribución justa de las ganancias". Bajo esta definición, plantean al Gobierno que cree un programa de comercialización directa, del productor al consumidor. Otro motivo de reclamo son los impuestos sobre la actividad.

Para hacerlo gráfico, los productores del Valle de Río Negro dieron a conocer tres puntos de la cadena de valor de las manzanas y las peras. Señalaron que:

* Un kilo de manzanas cuesta 70 pesos en la verdulería, mientras que tiene un costo de producción de 11 pesos con 18 centavos. Encima, el productor percibe menos: 6 pesos con 30 centavos por kilo.

* Por un kilo de peras el consumidor paga 50 pesos. Su costo de producción es de 11 pesos con 18 centavos, pero el productor percibe sólo 5 pesos con 18 centavos.

De los productores que llegaron a la plaza, muchos fueron simpatizantes de Cambiemos, aunque ahora están claramente desencantados por los resultados de la gestión macrista.

"Hace más de ocho o diez años que venimos trabajando por debajo de los costos. Con el gobierno anterior teníamos un techo muy bajo porque estaba cerrada la exportación, pero con éste el consumo interno bajó. Y aunque ahora se abrió la exportación, no tenemos forma de competir", señaló por ejemplo Ariel Borgo, productor de citrus de Federación, Entre Ríos. En la provincia, durante el kirchnerismo tuvieron centro las protestas contra las retenciones y, sin dudas, en el sector de los productores de fruta había expectativas con la llegada de Cambiemos al gobierno nacional. Sin embargo, Borgo enumeró varios motivos para su decepción: "Prometieron que iban a bajar la carga impositiva y no lo cumplieron. Dijeron que iban a hacer la reforma laboral y no avanzaron", sostuvo. Consciente de la poca empatía que podían generar estos dichos, agregó que "un sueldo del sector es de 19 mil pesos pero las cargas hacen que el empleador tenga que poner 30 mil", por lo que pidió una reforma "acorde a las economías regionales" porque la legislación actual "lleva a que la actividad tenga mucha informalidad, lo que se traduce en una industria del juicio". En la misma línea, el consultado criticó al Gobierno por "eliminar las retenciones y luego volverlas a poner y porque subió el precio del combustible"

Carlos Ilu, productor de manzanas y peras de Río Negro, también denunció que la crisis de los productores de fruta "lleva 12 años", pero acusó a la gestión de Cambiemos de haberla agravado. "Ya no se puede seguir perdiendo más plata. Este Gobierno nos está sacando de la clase media para caer en la pobreza", consideró. Por falta de rentabilidad, en la última temporada Ilu dejó de cosechar 120 mil kilos de pera. "De un lado, tenemos cargas impositivas muy altas de parte del Estado; del otro, la distorsión en la comercialización es enorme. Nos están llevando a la desaparición, hace doce años éramos 10 mil productores de manzanas y peras y hoy quedamos 1700. Porque mientras nos fundíamos, la producción se concentró con la entrada de empresas multinacionales, que compraron grandes extensiones, aunque también ellas están trabajando al mínimo, porque los números no dan para ninguno".