Una sentencia obliga al periodista y escritor Miguel Bonasso a resarcir al ex canciller Rafael Bielsa en su honor. El juez Gastón Polo Olivera estableció que Bielsa estuvo desaparecido en el centro de tortura “La Calamita” en Santa Fe y, ya en democracia, que su paso en la función pública como titular de la Sigen, la Cancillería y la Sedronar fue absolutamente legal y legítimo.

El fallo aclaró que Bielsa no lucró con ningún contrato con ni indemnización del Estado. Ahora, Bonasso deberá resarcir a Bielsa con una suma de dinero y quitar los párrafos “infamantes” de uno de sus libros y de su blog, citando la sentencia judicial en su contra. La sentencia se extiende a la compañía editora. 

El cruce comenzó como un debate sobre la década del ‘70 y sus protagonistas en las organizaciones armadas, y enemistó a Bielsa y Bonasso. El motivo final fue una serie de comentarios que Bielsa consideró ofensivos escritos en “Lo que no dije en Recuerdo de la muerte”. En ese libro, editado por Sudamericana en 2014, Bonasso cuestionó a su antiguo amigo y compañero de luchas. Puso en duda que Bielsa hubiera estado detenido-desaparecido en Santa Fe, víctima de torturas, simulacro de fusilamiento y vejámenes, y afirmó que quiso aprovecharse de esa situación dramática de su existencia para idear un supuesto relato épico. Además, añadió calificativos deshonrosos respecto del último gobierno.

Bonasso, además, deslizó que Bielsa por su amistad con el fallecido líder montonero, Rodolfo Galimberti, pudo haber tenido algún presunto nexo con la CIA. En su decisión, el juez Polo Olivera hizo lugar a la demanda por daños y perjuicios y determinó que Bonasso “no escribió con la responsabilidad exigible a quien trabaja con la palabra”. El periodista y Pengüin Random House Grupo Editorial deberán pagar al ex canciller una suma dineraria, además de publicar partes de la sentencia y las adendas correspondientes.