El año pasado, los inspectores de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos habían considerado prohibir algunos Boeing 737 MAX, tras enterarse que la compañía había desactivado la señal de alerta del sistema estabilizador MCAS, principal sospechoso de haber causado los dos accidentes mortales recientes. Los inspectores estaban a cargo del monitoreo de Southwest Airlines, el mayor usuario de aviones 737 MAX, cuando descubrieron que Boeing había desactivado automáticamente esta señal (y la había hecho opcional, con cargo extra) en los 737 MAX, sin informar a  Southwest. “Después del evento Lion Air, Boeing notificó a Southwest” que las señales “eran inoperativas a menos que se eligiera la opción de activarlas”, contó una fuente cercana al caso. Fue entonces cuando Southwest decidió elegirlas.