El 27 de abril de 1979 se llevó adelante el primer paro general contra la dictadura militar con reivindicaciones gremiales, sociales y políticas. Esa y otras medidas de lucha gestaron la fortaleza de aquel gran líder obrero que fue Saúl Ubaldini y aportaron a la recuperación de la democracia manteniendo luego el reclamo por paz, pan y trabajo para volver a poner de pie al peronismo.

Los trabajadores siempre tuvimos que pelear para defender o alcanzar nuevas conquistas, pero también para plantear cómo resolver los problemas de nuestro país como lo demuestran los 26 puntos de la CGT de 1986 que retomaron los programas históricos del movimiento obrero de La Falda, Huerta Grande y la CGT de los Argentinos.

Pero el mundo iba para otro lado y la traición del menemismo y el fracaso de la Alianza, que promovieron la entrega del país durante los 90 con la complicidad de casi toda la dirigencia política, tuvieron su respuesta en las multitudinarias jornadas de lucha impulsadas por los sindicatos del MTA, la CTA y los movimientos de trabajadores desocupados desde las cuales generamos las condiciones para que los estallidos sociales del 2001 abrieran una nueva etapa en la Argentina.

Y justamente el 27 de abril se cumple también un nuevo aniversario de la elección que termino por consagrar a Néstor Kirchner como Presidente en el 2003, con más desocupados que votos como le gustaba decir, dando inicio a doce años de gobierno que mejoraron claramente nuestras condiciones económicas y laborales.

Muchos de esos años tuvieron a Hugo Moyano al frente de una CGT comprometida con el proyecto que nos permitió salir del infierno y defender el trabajo frente a la crisis económica internacional. Sin embargo durante la última etapa, al no poder afianzarse el movimiento obrero como sostén principal del gobierno, se terminó debilitando una alianza estratégica que fragmentó al movimiento nacional y posibilitó el triunfo electoral del actual gobierno.

El gobierno de Macri les dio a los empresarios el manejo de los principales ministerios y por supuesto desde los grandes medios de comunicación no se cuestionó que los patrones hagan política y construyan (o mejor dicho destruyan) el país en función de sus intereses. Por eso hoy, que el peronismo ha saldado sus diferencias y se encamina a la unidad, que los trabajadores tengamos protagonismo político para reconstruir la argentina a partir del 10 de diciembre se vuelve un imperativo para que aquellos liderazgos surgidos de la pelea tengamos también la posibilidad de ser parte de las grandes decisiones nacionales.

A 40 años de aquella jornada histórica, el próximo 30 de abril vamos a estar movilizándonos a la Plaza de Mayo y en todo el pais junto al 21 F y el Frente Sindical para que se cambie la política económica y volvamos a tener cuanto antes un gobierno peronista que se proponga alcanzar la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.

Secretario General de la Corriente Nacional Martín Fierro