Vale, la multinacional minera que provocó la muerte de 186 personas en Brasil por la ruptura de su represa de Brumadinho, les puso precio a las vidas humanas antes de que se produjera la tragedia como si fueran un costo de producción. El fiscal federal de la causa André Sperling describió que la compañía valuó en 2,6 millones de dólares cada posible muerte antes de la rotura del dique ubicado sobre el río Paraopeba de Minas Gerais. 

El funcionario judicial señaló: “Ellos (por Vale) trabajan casi como si fueran un casino. Apuestan que aunque la represa esté con un nivel de seguridad inadecuado, no se va a romper. La gente tiene pruebas de que ellos le pusieron precio, por ejemplo, al costo de cada vida humana en el rompimiento de la represa de Brumadinho. Tendría un costo para ellos de 2,6 millones de dólares, más o menos. Eso estaba escrito en los boletines internos. Es gracioso que ahora, en los procesos de reparación, no están ofreciendo todo ese dinero a las familias”. La ruptura de la represa ocurrió el 25 de enero. En marzo pasado, el director general de la minera Fabio Schvartsman renunció junto con otros tres ejecutivos de la firma.

El Movimiento sin Tierra (MST) denunció que mil familias quedaron afectadas por vivir a menos de un kilómetro del río Paraopeba. “Vamos a seguir en la lucha por el derecho de las familias afectadas y para que la responsable, que es Vale, pague por su irresponsabilidad”, declaró Cristiano Meireles, de la coordinación estatal del MST.