Al parecer, ni los espías más preparados son indiferentes a los “me gusta” de la red social del postureo, léase Instagram, como deja patente la inesperada incorporación de la CIA, principal agencia de inteligencia de los Estados Unidos, a sus huestes. Lo ha hecho posteando la fotografía del presunto escritorio de un posible agente activo de los cuarteles de Langley, Virginia. Claro que se trata, en verdad, de una puestita en escena, dispuesta con objetos para nada aleatorios, que espera la CIA sea decodificada por usuarios cual incitante enigmático. Mal no les ha ido: desde su lanzamiento los pasados días, miles de personas han hipotetizado sobre los muchos elementos de la críptica composición, inmersos en la lúdica “misión” propuesta por la compañía. ¿Una planta? Pues, ¡guiño a los espías “plantados” en labores de inteligencia!, asumen algunos. ¿Un reloj cuyas manillas marcan las 8:46? ¡Referencia a la hora a la que un avión chocó contra el World Trade Center durante los ataques del 11 de septiembre!, coinciden todos ¿Un par de gemelos? ¿Será que los agentes usan para identificarse entre sí en misiones top secret?, se preguntan muchos... “¿Será que esta cuenta es una fachada tras la que se esconde algún magnánimo proyecto?”, desconfían seguidores conspiranoides, algunos de los más de 100 mil que ya siguen al estrenado –y entrenado– usuario, cuya bio no se anda con chiquitas: “Somos la primera línea de defensa del país. Logramos lo que otros no pueden lograr; llegamos adonde otros no logran llegar”. Tarde han llegado adonde todo el mundo antes: Instagram. Aunque de seguro la vigilasen desde siempre... ¿La razón? Atraer a una nueva generación de jóvenes agentes y analistas, según confirmó la portavoz de una institución que ya había debutado en otras redes. En Twitter, sin más, lo hizo antaño decantándose por el humor: “No podemos confirmar ni negar que este sea nuestro primer tuit”. De perfil sospechoso, sin lugar a dudas.