Desde Londres 

En una proyección a nivel nacional de estos resultados locales, la BBC encontró que los conservadores y laboristas tienen un 28 por ciento del voto, los liberal demócratas un 19 por ciento y un grupo vario pinto de agrupaciones concentra un sustancioso 25 por ciento. El encuestador estrella de la BBC, uno de los pocos que en los últimos años no se ha equivocado en sus proyecciones de voto, Sir John Curtice, señaló que el Brexit estaba amenazando la alternancia conservadora-laborista de los gobiernos de la posguerra. “El bipartidismo está en su nivel más débil desde la posguerra y eso que en estas elecciones no se presentaron el Partido del Brexit o el Change UK”, dijo Curtice. Estos dos partidos –uno rabiosamente en contra de la UE, otro rabiosamente pro-europeo– participarán en las elecciones parlamentarias europeas del 23 de mayo. Si el parlamento británico no aprueba un acuerdo con la UE antes de esta fecha, el Reino Unido tendrá que participar en estos comicios por más que los 73 eurodiputados elegidos tengan que abandonar sus bancas el 31 de octubre, fecha en que, al menos en teoría, los británicos abandonarán el barco europeo. La única manera de evitar este contrasentido es que el parlamento de Westminster se ponga de acuerdo. Los parlamentarios bocharon tres veces el acuerdo que May alcanzó con la UE el 25 de noviembre. Ahora conservadores y laboristas vienen dialogando desde principios de abril para llegar a una propuesta consensuada que pueda obtener el respaldo de los diputados. Si las negociaciones prosperan, si el resultado de las mismas es aprobado en la Cámara de los Comunes antes del 23 de mayo, los británicos no participarán en las elecciones europeas. Si no es así, seguirá en este reino de “Alice in Wonderland”.