Luego de una tensa reunión de Comisión Directiva, las autoridades de San Lorenzo habrían decidido discontinuar la labor de Jorge Almirón al frente del primer equipo. Sin embargo, la resolución no será oficial hasta resolver los términos de la rescisión del contrato con el representante Christian Bragarnik, quien se encuentra en Estados Unidos. La interrupción unilateral del vínculo con el ex entrenador de Lanús le supondrá al Ciclón una erogación de 700 mil dólares. Diego Monarriz, técnico campeón con la Reserva, se hará cargo del caliente banco azulgrana mientras suenan Néstor Gorosito, Juan Antonio Pizzi, Sebastián Beccacece y Hernán Crespo. La CD sanlorencista, encabezada el presidente Matías Lammens, llevó a cabo en la sede de Boedo una reunión en la que se dio el paso administrativo formal, de aprobar el vínculo de Almirón para luego quedar en condiciones de romperlo, una vez negociada la salida con su agente. 

Así las cosas, a seis meses de haber asumido, Almirón se marcharía de San Lorenzo, pese haberlo clasificado a la segunda fase de la Copa Libertadores (con tres partidos ganados, un empate y dos derrotas), a raíz de los malos resultados acumulados en los certámenes locales.

El entrenador de 47 años disputó 19 partidos en competiciones domésticas y solo ganó uno. Además de los malos resultados, el flojo rendimiento de los refuerzos sumados en el último mercado, el deterioro del rendimiento colectivo con el correr de los partidos y la alarmante falta de gol (no pudo convertir en 14 de los 25 encuentros dirigidos en todas las competencias) fueron otros detonantes que precipitarían un final de ciclo.

Por si fuera poco, hubo un episodio extrafutbolístico que cayó mal en los directivos: al regreso del plantel desde Brasil, Almirón invitó a pelear en en el Aeropuerto de Ezeiza a un hincha que lo cuestionó por su tarea.