"Fue la gente la que generó esa situación de tensión y reclamo, el Gobierno lo único que hizo fue recoger esa demanda", minimizó el ministro de Justicia, Germán Garavano, las 24 horas de presión que la Casa Rosada puso sobre la Corte Suprema para que no suspendiera el juicio oral contra la presidenta Cristina Kirchner por el supuesto direccionamiento de las obras viales hechas en Santa Cruz. Garavano reconoció que el pedido de expediente no suspendía el juicio, "es algo que cualquier abogado sabe", pero justificó la reacción del Gobierno por que "la gente no sabe y está sensibilizada". También aclaró que "no hubo operadores" del oficialismo.


Garavano ofreció una conferencia de prensa junto al senador Federico Pinedo tras una reunión de Gabinete, en la que señalaron que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, repasó el informe de la Dirección de Vialidad en el que, según resaltaron, se describen "las arbitrariedad con la que se asignaban las obras, los miles de millones de pesos que se le asignaron a un solo contratista, las obras que no fueron finalizadas y que tuvieron sobreprecios impresionantes".

Esa informe de Vialidad es con el que el Gobierno impulsó la causa es el centro de las críticas de los abogados de las defensas y el motivo de las recusaciones que debe resolver la Corte y por las que ayer pidió el expediente de la causa al TOF 2, a riesgo de que el juicio oral llegue a una sentencia que luego pueda ser anulada . Entre los reclamos de las defensas está la falta de peritajes sobre 51 obras cuestionadas en la causa y la falta de peritos de parte en el informe sobre el que se sostienen las acusaciones.

PáginaI12 ya publicó las conclusiones de la auditoría original ordenado por el entonces titular Vialidad Nacional Javier Iguacel, que concluyó en que no hubo nada cobrado y no realizado, que la calidad de las obras fue buena y manifestaron que no podían pronunciarse respecto de la existencia de sobreprecios.

Con la aclaración de la Corte Suprema de que el pedido del expediente no dentrá el juicio oral, con fecha de inicio para el próximo martes, Garavano celebró el inicio del proceso como la "máxima expresión de derechos a la defensa de los acusados y de la sociedad a conocer si esos delitos se cometieron o no", aunque el inicio del juicio nunca corrió riesgo, más allá de la posible demora.

En ese tono más calmo, Gravano rechazó las consultas de los periodistas respecto de contradicciones en el discurso oficial sobre la independencia del Poder Judicial tras un día de repudiar la decisión de la Corte y agitar fantasmas de impunidad e insistió en que el Poder Ejecutivo solo fue un canal de "las expresiones en las redes sociales, los cacerolazos y los ruidos".