El gesto de grandeza de Cristina generó el mismo efecto que el gesto de Bielsa cuando le pidió a sus jugadores que se dejaran hacer un gol, porque habían obtenido una ventaja que no les correspondía.

Durante días una gran cantidad de opinadores profesionales de cuanto tema anda dando vuelta en la sociedad, se dedicó a proyectar lo que en sus miserables conductas seguramente hubieran hecho ante un caso similar.

Todos los días escriben ríos de tinta, gastan horas de TV y contaminan por horas con audiciones de radio con el consabido discurso, de la responsabilidad qué hay que tener, qué hay que aflojar tensiones en la sociedad, que faltan gestos de grandeza, que las actitudes generan violencia, etc, etc, etc.

A Bielsa le cuestionaban, que lo hizo porque se calentó, que no lo haría en una final del mundo, que no era correcto lo qué hizo porque el único que imparte justicia es el árbitro y no un técnico, que lo hizo quedar mal al árbitro al dejarlo en evidencia de su error, etc. etc. etc.

A Cristina le cuestionan que no debe estar en la fórmula tampoco, que lo va a manejar como un títere a Alberto, que no ha renunciado a nada, etc. etc. etc.

En síntesis ambos hicieron lo correcto, ambos hicieron lo que la sociedad reclama, lo que los nuevos ordenadores del poder (los medios) exigen, pero sobre todo actuaron con la honestidad de sus convicciones.

Dato no menor es que los dos tomaron una decisión que se convirtió en un hecho objetivo, pero son cuestionados desde la subjetividad de quienes seguramente no serían capaces de semejante acto de grandeza.

Bielsa podría haber ganado el partido, Cristina podría haber ganado la elección en primera vuelta.

Loca sociedad que pide valores y pone en observación los actos que jamás llevarían a cabo muchos de los que analizan, desde la crítica, ambos gestos.

Quizás proyecten lo que ellos hubieran hecho al formular tantas dudas, tantas críticas y tantas desacreditaciones.

¿Será que habrá que dejar de observar a los cuestionarios y comenzar a hacerlo con quienes forman opinión?


Sergio Palazzo es el Secretario General Nacional Asociación Bancaria