En julio del año pasado, el biólogo Roberto Salvarezza, premio Konex y Houssay por sus investigaciones en nanotecnología, y el químico Miguel Ángel Laborde fueron elegidos por los investigadores del Conicet para ocupar la dirección de ese organismo en representación de sus respectivas áreas de trabajo. Desde hace por lo menos tres meses, vencidos los plazos burocráticos, el Gobierno posterga la firma de sus designaciones, que dependen de un decreto. En una carta dirigida al ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, el grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA) manifestó su “profunda preocupación” por la demora, lo que –dijeron– suma un conflicto más dentro del “contexto crítico” que atraviesa el sector, afectado por los sucesivos recortes presupuestarios. Desde CyTA indicaron a PáginaI12 que se trata de un problema “estrictamente político” y alertaron  que el Gobierno pretende intervenir el organismo.  

“Exigimos a las autoridades nacionales que se concreten las designaciones respetándose la decisión democrática de los investigadores tal cual ha ocurrido históricamente”, reza la carta dirigida a Barañao a la que tuvo acceso este diario. 

Salvarezza y Laborde fueron elegidos mediante el voto directo para representar a los investigadores en el directorio del Conicet en las áreas de Ciencias Exactas y Naturales y de Ciencias Agrarias, Ingeniería y de los Materiales, respectivamente. Como sucede con los restantes cargos de la dirección del organismo –del que además de cada área de estudio tienen representación la Sociedad Rural, la UIA, las universidades nacionales y las provincias– la designación debe ser confirmada por un decreto con la firma del Presidente. En el caso de ambos investigadores, opositores a la gestión en Ciencia del Gobierno, el decreto aún no llegó. 

La razón, explican desde CyTA, es que con la asunción de ambos       –reasunción en el caso de Laborde, quien fue reelegido– la composición del directorio terminaría de tomar una orientación netamente opositora. “Las elecciones se desarrollaron normalmente y la demora de la firma no es un problema técnico, sino político”, sostienen.   

La preocupación en CyTA, además, tiene que ver también con la intención del Gobierno de intervenir el Conicet a través de los rectores radicales de las universidades nacionales, propuesta que ya explicitó en octubre el ministro de Educación, Esteban Bullrich, durante el último Plenario de Rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), en Luján.