Errores de Boca. Error de Pavón, que no controla bien y pierde una oportunidad en las que antes no fallaba; error de Benedetto después del horror de los centrales de Argentinos Juniors en un mano que pudo haber resuelto de otro modo (pudo patear antes, pudo patear mejor, pudo dársela a Tevez, pero no), error de Benedetto en un cabezazo limpito con el arquero jugado, error de Andrada en una pelota que se le escapó en el primer tiempo, error de Andrada en una pelota jugada apresuradamente con los pies dejando el gol a merced de un rival, error de la línea de fondo dejando que jugadores rivales cabeceen sin ningún apremio en el área (fue un milagro que el de Sandoval no terminara en gol), error de Marcone haciéndose echar en una jugada que no entregaba peligro, errores puntuales que pudieron haber costado el partido. Pero que no hacen al fondo de la cuestión. Los errores centrales de Boca, pasan por otro lado.

Es un error haber declarado –como lo hicieron algunos jugadores, después del partido contra Vélez– aquello de que pasó el equipo grande, que Boca es un equipo grande. No. Este Boca no lo es, no demuestra serlo. No fue más que Argentinos Juniors (un cuadro modesto, verdaderamente chico) en los 180 minutos de juego. No dominó el desarrollo en ningún momento, se dejó arrinconar en el inicio del partido, no supo tocar la pelota cuando tuvo superioridad numérica, espero con angustia los minutos finales, no aprovechó el cansancio de los de enfrente en el segundo tiempo.

La idea de poner jugadores ofensivos puede interpretarse como propia de un equipo grande, que en su cancha mete todo para amedrentar al rival. Pero la realidad es que Boca fue un equipo partido, con delanteros aislados y sin juego en el medio. No hay elaboración porque Reynoso está lesionado (¿cómo se entiende que Reynoso haya pasado ahora a ser imprescindible?), porque Tevez hace lo que puede, porque a Pavón le hicieron creer que puede hacer de todo y en realidad no hace nada bien últimamente, porque Marcone y Nández tienen demasiado trabajo como para andar pensando en crear algo. De hecho, de tanto tapar agujeros. Marcone se fue expulsado y Nández no va a poder estar en la final con lo cual Alfaro tiene un lío bárbaro. Un plantel grande no sufre tanto las ausencias. Y va a tener que improvisar defensores en puestos de volante para jugar contra Tigre.

Alguno puede suponer que los buenos resultados que obtiene Boca (está en la final, se argumenta) se corresponden con su actuación en las canchas. Error. No hay ninguna relación. Boca juega feo y juega mal además. Es superado por sus adversarios, viene zafando por Andrada que es un arquerazo, aunque ayer también cayó en la volteada de los errores. Zafa porque en un plantel de potencial ofensivo, alguna siempre se le da. Y porque la suerte lo viene ayudando. Creer que lo único importante es mantener el cero en el arco propio (lo declararan, lo sugieren) es uno de los errores propios de un equipo que debe ser grande, y en realidad se siente chico.