Por cada foto de Adrián Continiello había una vela. Una llama que alumbraba la palabra justicia. Un familiar, un amigo, un compañero, un vecino que le rindió homenaje a dos meses de su muerte. Fue ayer en Pavón 3062, del barrio de San Cristóbal. La dirección de la obra que ocasionó el derrumbe del edificio lindero donde vivía el joven trabajador de canal 7. Estaban sus padres Norma y Jorge, su novia Mercedes, su hermano mayor Esteban, que tomó la palabra en nombre de todos y señaló a los presuntos responsables. “Espero que no duerman tranquilos” comentó, antes de nombrar a uno a por uno.
El acto fue breve y sentido. La gente presente acompañó en silencio hasta que tras la última palabra de Esteban, todos se unieron en un pedido repetido varias veces: “Justicia por Adrián”. Antes su hermano lo recordó por sus condiciones humanas, exigió que “los responsables paguen” y se solidarizó con los familiares del múltiple asesinato de los chicos de San Miguel del Monte a manos de la Policía Bonaerense, en otro caso de gatillo fácil.
La investigación judicial del derrumbe es seguida por la fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas número 12, a cargo de Daniela Dupuy, que casualmente también está a cargo de la causa contra el pediatra por pornografía infantil. La causa se caratuló como “estrago seguido de muerte”.