El árbitro Martín Bustos, uno de los principales acusados en la causa que investiga los abusos en las inferiores de Independiente, fue detenido por intentar contactar a un adolescente que juega en Newell's haciéndose pasar por masajista, delito conocido como “grooming”.

Desde la fiscalía confirmaron que Bustos fue detenido ayer por la noche luego de haber sido denunciado por el club, tras conocer el acercamiento hacia uno de los menores de las inferiores.

Según contó Sebastián Carranza, vocero de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Sexuales de Rosario, Bustos habría intercambiado varios mensajes con el menor en los que se hacía pasar por masajista y le pedía que hiciera de nexo con otros jugadores. Bustos usaba su nombre de pila pero no su apellido y la policía le secuestró una computadora y un celular.

Aunque Bustos nunca llegó a tener contacto personal con el menor, al joven le resultaron sospechosos los mensajes y decidió contarlo en el club, que hizo la denuncia en la fiscalía a cargo de Carla Cerliani.

Al ser consultado sobre si el contenido de esos mensajes eran sexuales, Carranza respondió que "eso es lo que entiende la fiscal y por eso ordenó la detención". "Se logró hacer una entrega controlada, se acordó con él un lugar de encuentro y ahí fue detenido por personal policial ayer a la noche", aseguró el vocero en declaraciones a C5N.

Bustos es uno de los principales acusados en la causa que investiga abusos a menores que vivían en la pensión del Club Atlético Independiente y tras pasar seis meses detenido fue liberado en septiembre del año pasado.

De acuerdo a la información de la fiscalía de Rosario, Bustos vivía en el macrocentro de la ciudad, en un departamento que alquilaba por día.

Desde el club Newell’s Old Boys informaron en un comunicado que el miércoles detectaron “una amenaza de tipo grooming -o engaño pederasta- a través de redes sociales contra la integridad de algunos chicos de las divisiones inferiores de nuestra institución” y que la misma “fue desactivada en forma inmediata”.

“La amenaza fue detectada a tiempo por personal del departamento de psicología gracias a que estos profesionales asisten a los chicos de las divisiones inferiores las 24 horas del día”, remarcaron, al tiempo que realizaron la denuncia en la justicia de Santa Fe.