El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer que Rusia no está creando bases militares en Venezuela ni ha trasladado a sus fuerzas hacia el país latinoamericano aunque aclaró que mantienen ciertas obligaciones contractuales en relación al mantenimiento de equipos suministrados en el pasado.  “Nosotros proporcionábamos armas a Venezuela pero lo hemos dejado: el contrato sin embargo prevé el mantenimiento del equipamiento y es algo que debemos hacer, lo estipula el contrato”, explicó el mandatario. “Es muy probable que nuestros especialistas, pero no solo los militares, sino también los industriales, hayan terminado algunas labores allí”, dijo Putin. “No se puede intervenir en los asuntos internos. Y menos aún tomar medidas sancionadoras porque, como regla, sufren millones de personas comunes y corrientes que no tienen relación alguna con el poder”, afirmó. “¿Contra quién están luchando? ¿Contra el presidente, Nicolás Maduro, o contra la población? Por eso nosotros no aprobamos, y condenamos, esas acciones. Más aún una intervención militar. Eso es una catástrofe. Incluso entre los aliados de Estados Unidos nadie apoya una injerencia militar”, enfatizó.