Desde San Salvador de Jujuy

Gerardo Morales fue reelecto por el Frente Cambia Jujuy y anoche, cuando se había escrutado el 23 por ciento de las mesas, alcanzaba el 44 por ciento de los votos. Si bien el mandatario expresó que no debían nacionalizarse los resultados, y pese a que la provincia sólo representa el 1,2 por ciento del padrón nacional, Cambiemos puede festejar su primer triunfo en una elección a gobernador, después de haber sufrido derrotas en todos los demás comicios. El peronismo llegó atomizado a la elección y ayer ya comenzaba a pensar en una reconfiguración del escenario opositor de cara a las elecciones nacionales. Hubo duras críticas al presidente del PJ local, el empresario Rubén Rivarola, que tres días antes del cierre de listas cerró cualquier posibilidad de sellar un espacio de unidad e impuso a Julio Ferreyra como candidato, quien al cierre de esta edición rondaba el 31 por ciento de los votos.

Morales señaló que “esta es una elección que se da en la provincia con una realidad provincial”. Desde su entorno descartaban que busque tras esta victoria posicionarse como candidato a vicepresidente en una eventual fórmula con Mauricio Macri. “No está en sus planes. Sus aspiraciones son otras”, respondieron ante la consulta de Página/12. ¿Va a insistir el radicalismo con integrar la fórmula presidencial?, le preguntaron después de que emitiera su voto. “No sé si insistir, pero vamos a retomar el tema esta semana”, contestó. Durante la jornada también aseguró que “a Cambiemos le hace falta más peronismo” y que haría un acuerdo con Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti.

En su discurso, pasadas las 23 horas, Morales agradeció al pueblo de Jujuy por haber ratificado el rumbo de la provincia. “No nos vamos a apartar de este camino, hemos recuperado la decisión de retomar la paz y vamos a reafirmar el estado de convivencia y respeto que vivimos los jujeños que nos está permitiendo recuperar nuestro orgullo como pueblo”, aseguró. En su discurso repitió la palabra paz una vez por minuto, en un claro mensaje dirigido a Milagro Sala, su principal rival política, detenida arbitrariamente en 2016 después de que Morales ampliara el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy con cuatro integrantes, dos de ellos diputados radicales en ejercicio y un ex legislador. El clima de convivencia que destacó en su discurso se contradice con la política de criminalización de la protesta que lo llevó incluso a detener a cinco estudiantes y un abogado que en 2017 realizaron una protesta para que no cerrara los Centros de Educación Integral de Jóvenes y Adultos.  

La segunda parte de su discurso fue dirigido a Mauricio Macri, a quien consideró “un jujeño más” y le agradeció por haber apoyado cada una de las iniciativas que propusieron. Al cierre de esta edición, Julio Ferreyra no había hecho declaraciones.

En una provincia cuya pobreza creció del 24,2 por ciento en 2017 al 31,7 en el segundo semestre de 2018; cuya desocupación pasó del 4,8 por ciento en el tercer trimestre de 2015 al 6,8 en 2018, los jujeños volvieron a apostar por el mandatario que arrasó en las elecciones con una victoria de más de 10 puntos sobre el ex titular del Registro Civil, Julio Ferreya. En las semanas previas a los comicios, desde el gobierno impulsaron el pase a planta permanente de trabajadores estatales con más de 5 años de permanencia en el cargo y la titularización de cargos docentes secundarios y terciarios que durante los casi cuatro años de gestión no se habían realizado; también dispusieron aumentos de 1400 pesos a los maestros al frente de estudiantes, aunque se trata de una compensación por horas cátedra, viejo reclamo de los maestros primarios. Además, promocionaron un descuento del 50 por ciento en una cadena de supermercados, entre otras medidas electoralistas.

El descontento de los distintos sectores del peronismo con los manejos de Rivarola llegó a su punto de inflexión el pasado 5 de abril, cuando el actual diputado provincial terminó de romper el bloque del PJ al votar a favor de un nuevo endeudamiento de 307 millones de dólares que impulsó Morales. Para la aprobación del préstamo se necesitaba mayoría agravada. Los votos de Rivarola, de su cuñado Alfredo Gerry, y de Pedro Belizán le dieron al oficialismo un triunfo superior al que necesitaba. La negativa a llamar a internas dentro del partido y la imposición de Ferreyra como candidato son solo otros de los factores que explican la debacle por la que, en una provincia históricamente justicialista, el peronismo no pudo recuperar la gobernación que Eduardo Fellner le entregó a Morales en 2015. 

Este fin de semana, Ferreyra declaró al diario La Nación que “si fuera hipócrita apoyaría a Fernández-Fernández”. No es la primera declaración que hizo en contra de la fórmula presidencial del peronismo... Habrá que ver si el PJ de Jujuy modifica su postura para las primarias de agosto y las elecciones nacionales de octubre o si termina jugando, como lo hizo hasta ahora, para la alianza Cambiemos.