Camas con chicos internados en los pasillos, es decir, en lugares inadecuados, de tránsito, que pueden favorecer infecciones cruzadas, padres que no tienen donde sentarse para acompañar a sus hijos, y guardias saturadas, es el paisaje que presenta el Hospital Garrahan, centro de referencia en atención pediátrica de alta complejidad a nivel nacional e internacional. Este es el cuadro que describen los trabajadores sanitarios, y constatan las fotografías que publica PáginaI12. Ante la llegada del invierno y el aumento estacional de las enfermedades, las evidencias contradicen las afirmaciones del presidente del Consejo de Administración del centro de salud, Carlos Kambourian, quien aseguró que desde 2018, cuando se inauguró Unidad de Cuidados Estacionales (UCE), “se logró el hito de ‘un paciente, una cama’. Es decir que nunca más volvimos a tener pacientes en pasillos o lugares inadecuados”.

A pesar de los dichos del funcionario, los trabajadores del hospital explicaron que la situación es la misma cada vez que llega el invierno, cuando por las bajas temperaturas aumenta la demanda de atención, especialmente de bebés y niños. Cuando colapsan las guardias, se hacina a los chicos en los corredores y hasta en el hall de entrada de la UCE, la unidad creada especialmente para tratar las internaciones por enfermedades respiratorias.

“Se está atendiendo en los corredores, donde se instalaron camas de internación, y no corresponde, no solo porque no está la infraestructura adecuada sino porque es lo contrario de lo que se debe hacer cuando hay pacientes con patologías respiratorias”, explicó el delegado de la Junta Interna de ATE del hospital, Gustavo Lerer.  

“Los pacientes no tienen el aislamiento adecuado, a un metro veinte de distancia se facilitan las infecciones cruzadas donde tenés chicos con patologías de alta complejidad, como leucemia o trasplantados, que pueden cruzarse con uno que tiene bronqueolitis. No hay humidificación ni se calienta el oxígeno, y están los tubos de oxígeno que con cualquier maniobra se pueden caer sobre un chico, un enfermero o un médico”, agregó.

Un punto conflictivo, según explicó Javier Medina, también delegado de ATE, es que “el Consejo de Administración dio un plus por atender en los pasillos a los pacientes. Y esto, a lo que nos oponemos, es cambiar salud por dinero”. Medina también remarcó que “lo que aseguró Kambourian es una mentira garrafal. Se sigue atendiendo en los pasillos y no es algo nuevo cuando llega esta época del año, que desnuda la falta de previsión y la desidia en materia de salud pública”.

Según explicaron los delegados de ATE, la UCE creada el año pasado no tienen los mismos estándares de atención que otras áreas del hospital. Entre otras cosas, no tiene provisión de oxígeno centralizada  –como sí lo tiene el sector de emergencias– sino suministro de envasado. Además, el personal y los servicios sanitarios son insuficientes. La saturación de los servicios genera, a su vez, una sobreexigencia tanto del personal de enfermería como de los médicos, y un trabajo similar al de una trinchera, donde no hay refuerzo de personal de guardia.

Consultado por este diario, un vocero del hospital dijo que las autoridades “le restaron importancia a la situación”. “Hace cuatro días hubo un aumento de demanda en el sector de emergencias (guardia) y por eso hubo un pico. Pero de todos modos mañana (por hoy) entra en funcionamiento la extensión de la UCE. Son 15 camas nuevas. En total, en un año se sumaron 60 camas”, detalló el vocero.

Además, sostuvo que “se requirieron más médicos, enfermeros y asistentes por este motivo. Por otro lado, el año pasado fue el primer año sin chicos en los pasillos y el primero en que se conformó el Comité de Crisis que es quien maneja el funcionamiento especialmente en la etapa invernal en el Hospital”.

De acuerdo al portavoz “hasta el 2018 nunca se habían sumado camas por la epidemia”. “Los chicos siempre se terminaban atendiendo en el pasillo. Lo que sucede es que el Garrahan es un hospital de tercer nivel, es decir de alta complejidad. La ‘Guardia’ es chica básicamente porque no está pensado para atender ese tipo de demandas. Esta pensado para cirugías, trasplantes, etc. Pero lamentablemente la demanda crece todos los años y desde el año pasado se decidió desarrollar la UCE y el Comité para contener el permanente aumento” de Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB), en especial la bronquiolitis, añadió.

Sin embargo, para Lerer, “ni las cuarenta camas que pusieron ni las 15 que van a agregar van a solucionar el problema, porque no es un tema de camas. Es una cuestión de planificación. No hay atención primaria de la salud, y cuando se dan estos picos estacionales hay que armar una red con todos los efectores de salud para que se garantice la internación como corresponde”.

A fines del mes pasado, un grupo de diputados nacionales presentó un pedido de informes al Poder Ejecutivo en el que expresaron su inquietud “por el paulatino desfinanciamiento del hospital, las paritarias a la baja y el faltante de insumos, medicamentos y vacunas”, entre otros cuestionamientos.