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"HAY ODIO Y ROSTROS DESENCAJADOS"
La declaración de Menem sobre los traidores y el infierno fue leída ayer en todo el peronismo como una amenaza brutal. Hasta ahora, el Presidente sólo había tratado así a Domingo Cavallo y a Gustavo Beliz. La semana pasada, Duhalde había defendido a Raúl Alfonsín en el mismo momento en que todos los hombres de Menem lo atacaban por su llamado a la "resistencia civil". Ayer, elogió al juez español Baltasar Garzón, a quien el Presidente había calificado como "juez vedette" y uno de sus hombres como "juez del Frepaso". Su mujer, Hilda González, había sostenido la necesidad de investigar al gobierno de Menem, en consonancia con declaraciones que Graciela Fernández Meijide había hecho el mismo día. Claudia Bello le respondió ayer a "Chiche". "Es una vergüenza que se ponga del lado de la oposición, con el discurso de la oposición, por el sólo hecho de que le fue mal en las elecciones de octubre. No es así como se hace política". Los coqueteos de Duhalde con la Alianza son monitoreados desde la Casa Rosada. "No tiene escapatoria. Si quiere frenar el fallo de la Corte va a tener que pegarse a la campaña de la Alianza. Su acercamiento a la oposición nos va a servir para destrozarlo en la interna del PJ. Si no se da vuelta, entonces la Corte no va a tener ningún problema para fallar en favor de la re-reelección". Colocados frente a ese dilema, los hombres de Duhalde se encogen de hombros y responden con las encuestas que reflejan una distancia importante entre el consenso social del gobernador y el aislamiento social del Presidente. Durante el día de ayer, corrieron insistentes versiones sobre dos reuniones que Duhalde habría mantenido con Raúl Alfonsín y con Carlos "Chacho" Alvarez. Los tres las desmintieron. El único gesto público por parte del radicalismo provino de Pascual Cappeleri, un dirigente radical de Lomas de Zamora amigo de Alfonsín y de Duhalde. "Yo propuse que Duhalde y Alfonsín se reúnan. Si los dos están en desacuerdo con la re-reelección, remueven a uno de los jueces de la Corte y se acabó el problema", dijo el ex candidato a gobernador bonaerense. La dinámica de los hechos pondrá a Duhalde frente a esta alternativa. Los hombres de Menem insisten: "De última, puede ocurrir que las fuerzas que compitan en el '99 sean distintas que las de ahora. El peronismo puede incorporar a sectores de la Alianza y también ocurrirá al revés". Son todas especulaciones que prescinden del humor social, como suele suceder con los armados políticos de escritorio. La estrategia del gobierno nacional consiste en demonizar a la Alianza y, por lo tanto, a todo aquel que se le acerque. "Hay rencor, odios y rostros desencajados, porque realmente las cosas no les van bien", dijo Menem ayer sobre la oposición. "Comparen la Argentina de 1989 con la actual. Lo que me duele es que los responsables de entonces, que huyeron, son los que nos quieren dar clase de cómo hay que hacer para crecer. Creo que sólo nos pueden dar clase de cómo hay que hacer para huir". Luego insistió: "Siempre fallan, siempre fracasan, están fracasando en este momento y van a seguir fracasando. Yo lo único que siento de todo esto, y eso lo comparten los buenos radicales, es que el Partido Radical centenario está perdiendo su identidad a manos del Frepaso".
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