"PICADO FINO", ESTRENO EXCLUSIVO DEL CINE CLUB
La película argentina que no se exhibió en salas comerciales de Rosario, hoy podrá verse en el auditorio de Asociación Médica.
Por Emilio Bellon
Durante ocho semanas un joven realizador de una escuela de cine convocó a un grupo de amigos, de su mismo oficio, y decidió que allí debía comenzar el rodaje. El espacio señalado no era otro que la casa de su abuela, las calles vecinas, el barrio; allí mismo en Villa Lynch. Con el afán de recuperar todo un sentido artesanal, Esteban Sapir, con su cámara de 16 mm., daba así por iniciado el rodaje de Picado fino, cuyo título remite, en primera instancia, a un momento del proceso de la elaboración de la droga en función de su uso inmediato.
Considerada ya un film de culto entre los jóvenes realizadores, realizado entre el 93 y el 95, Picado fino ha tenido una calurosa y polémica acogida en Berlín, Montevideo, La Habana y Montreal, entre otros, festivales y muestras en los que no sólo recibió notables comentarios por parte del sector de la crítica sino además también numerosos premios. Fue a mediados del 96 cuando tuvo lugar su presentación en Argentina, para ser más exactos, en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, espacio destinado permanentemente para reposiciones según ciclos y films inéditos.
Sin contar con apoyo oficial, Picado fino mira hacia la tradición vanguardista y para ello impone toda su modalidad compositiva del relato ajena a los canones del cine argentino; en este sentido, el film recupera �según se ha informado� toda una modalidad transgresora que lleva a pensar en un cine ciertamente independiente, de fuerte marca autoral. Igualmente, Sapir divide su tiempo entre este cine de experimentación y su labor como director de fotografía en films taquilleros como La dama regresa de Jorge Polaco, La vida según Muriel de Eduardo Milewicz y en estos días, ya todo un best�seller, Cohen vs. Rossi.
Pero al volver a Picado fino se encuentra a un director que no le preocupa conformar haciendo buena letra; por el contrario, todo su relato �que algún punto recuerda al primer Agresti� es un desafío a las maneras reconocibles de contar historia del cine argentino. Su personaje central, Tomás Caminos, se ubica en la línea de los seres que deambulan sin seguridad alguna y que de manera errática y episódica debe afrontar la tarea cotidiana. Filmada en blanco y negro �hoy ya en formato 35mm.�, Picado fino se decide por el desencuadre, la imagen parcial y fragmentaria, en la línea que reúne a Jean Luc Godard y Leo Carax.
Según su director, Picado fino subraya lo sensorial por sobre la trama y todo el film "fue pensado como un ensayo", donde el ver fuera de la mirada habitual, no ya en foco, define el propio universo de lo marginal. Para crear esos extrañamientos, el trabajo sobre la banda sonora fue dirigido por Gaby Kerpel, uno de los integrantes del Grupo La Guarda y todo el film, que huele a inmediatez y espontaneidad, resultó, pese a ello, de un elaborado trabajo de imagen por imagen, plano a plano �1500, informa la gacetilla� antes de dispararse el botón de la misma acción.
Autor del guión y del montaje �el que le llevó siete meses de trabajo� Esteban Sapir logra con este film abrir un nuevo espacio en el cine argentino. El elenco incluye los nombres de Facundo Luengo, Belén Blanco
�de actuación en El impostor de A. Maci�, Nora Sinsky y en roles muy breves Miguel Angel Solá, Ana María Giunta y Juan Leyrado.
En la función de hoy, que organizó en cáracter exclusivo el Cine Club Rosario, se podrá ver Picado fino, un exponente de un film neovanguardista, en un momento en el que cine argentino elige contar desde los previsibles efectos de taquilla. La función será, como es habitual, en la sala de la Asociación Médica a las 20 y 22 horas, luego de sus presentaciones y premios en Berlín, La Habana, Montreal y Montevideo.