LA AGRUPACION HIJOS DESPUES DEL ESCRACHE A RUBEN LO FIEGO

En nombre del futuro y la memoria

Tras la movilización frente al domicilio de Lo Fiego, Rosario/12 invitó a miembros de HIJOS para que evalúen el escrache.

Por Reynaldo Sietecase

Sé que futuro y memoria se vengarán algún día. La frase resplandece en un poema de Francisco Urondo. Aunque los muchachos que forman parte de HIJOS en Rosario no conocen la poesía de Paco, el viernes pasado protagonizaron una acción de denuncia que cumplió con el vaticinio del poeta. El "escrache" público frente al domicilio de José Rubén Lo Fiego, alias El Ciego, responsable de torturas y homicidios, en libertad gracias a las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, demostró la vitalidad de la memoria en un país donde se impone el olvido. Si bien algunos de los miembros de HIJOS tiene militancia política, la mayoría no comulga en el pensamiento esquemático que aleja a muchos militantes de las aspiraciones de la gente. Sus opiniones son frescas, no se distingue sectarismo, tienen decisión y alegría. El viernes fue un día difícil. Muchos iban a "enfrentar" a una persona que, tal vez, participó de la desaparición de sus padres o familiares. Un grupo se reunió a las 11 de la mañana a ver el partido de la selección Argentina frente a Croacia, después comieron unas pizzas y se abocaron a preparar el acto.

Con la noche, cuando todo pasó, compartieron unas cervezas en un bar del centro como una barra de buenos amigos:

"Fue muy interesante porque se trata de una metodología nueva para nosotros. Si bien habíamos hecho algunas actividades similares, habían sido a la noche y con pegatinas, este es el primero a la luz del día. La idea es empezar a movilizar a la gente en torno a esto y aprovechar para denunciar que no sólo Videla tiene que quedar preso. Nosotros con esto queremos lograr el consenso de la gente del barrio, que se sumen a nuestra propuesta de condena social y, mientras tanto, seguir luchando para la nulidad de las leyes de impunidad". Eduardo Tognolli tiene 21 años, es estudiante de Ciencia Política. Le gusta el rock y, en especial, Hermética. Prefiere los libros de política y los ensayos a la literatura.

Kurt Lutman, tiene 21 años e integra el plantel de primera división de ñuls. Su ídolo es Diego Maradona y, actualmente, está esperando con ansiedad la incorporación del nuevo cuerpo técnico del club, para que se aclare también su futuro deportivo. Habla sin soltar las manos de Josefina: "yo estuve hablando con algunos comerciantes y vecinos que al principio no entendían que pasaba y cuando les explicaba que se trataba de un asesino y un torturador, de una persona que estaba libre gracias a las leyes del gobierno, se sorprendían y, en general, nos daban su apoyo. Muchos no estaban enterados de quien vivía allí", relata.

Josefina González, la tana, tiene 22 años. Es estudiante de derecho y aunque parece un poco agobiada, su voz no demuestra cansancio: "para mi fue bastante fuerte lo que pasó. Ya que no se puede lograr la condena judicial por lo menos que se logre la condena social. Y que la gente se sume y nos de apoyo quiere decir que estamos trabajando bien. Yo estuve en el almacén que está al lado del edificio de Lo Fiego para pedir un vaso de agua. El dueño estaba con cara poco amigable, pero cuando nos íbamos miró el cartel que yo tenía --el de una desaparecida-- y dijo que había sido su compañera de facultad". Cuando a Josefina se le pregunta a quien admira, dice en tono bajito: "a mis viejos".

Paulina Tovo, tiene 22 años y estudia Filosofía. Sus ojos son de un raro celeste. Por ahora trabaja de moza. Le gusta el rock, nombra a Los Piojos y La Renga. De pronto se pone seria y dice "Te voy a decir lo que sentí, creo que tendría que habernos acompañado más gente. Pero sentí que por lo menos estábamos haciendo algo. Sentí también el oportunismo de los medios de comunicación por ser este un tema que está de moda por lo de Videla y los otros escraches. Porque para otras cosas que hacemos, y que son más pequeñas pero constructivas, no nos dan tanta bola, no nos dan espacios".

Federico Garat, es estudiante de Derecho, tiene 27 años y una mirada inquisidora. "Creo que estuvo bien. Uno busca una condena social porque no se consigue la condena legal. Hay que tener en cuenta que las leyes no son neutrales, y la justicia tampoco. El sector económico está determinando al sector político. Y esto que nos pasa como país está pasando en toda América Latina. Hay que tenerlo en cuenta para saber que decimos cuando hablamos de lo legal o de justicia. Y en cuanto al oportunismo de los medios, hoy por ejemplo podemos decir que en muchas comisarías se sigue torturando. También que se repiten los casos de gatillo fácil".

Interrogados sobre una característica singular del proceso democrático argentino, la inexistencia de hechos de venganza sobre los represores, Tognolli resume la posición del grupo: "No creo que el debate pase por la discusión en abstracto de la violencia. Esto muchas veces es una trampa para condenar distintos procesos históricos sin analizarlos. Nosotros en HIJOS no nos prestamos a esto. Hablamos de justicia, no hablamos de venganza porque no hablamos de personas determinadas, para nosotros Lo Fiego es uno más, lo mismo que Videla, más allá de las responsabilidades diferenciadas. Lo que condenamos es una estructura de país. Hablamos de justicia en un sentido amplio que alcanza la idea de justicia social, que es el motivo por lo que desaparecieron nuestros familiares".